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Ya no llevo la cuenta de las copas que me he tomado, creo que fueron tres pero repletas, el alcohol está haciendo que me relaje y me ría de todo lo que me ha pasado, como tomé la espada de mi padre y enfrenté aún Rey que todo su vida ha practicado sin ser cuestionado, en cambio yo entrenaba en secreto de mis padres, con un escudero de hecho.

Recordando esos tiempos llegan mis esposos a la habitación.

- ¿Qué es tan gracioso? - Sam me sitúa sobre sus piernas sentándose en el sofá.
Inevitablemente me pierdo en su mirada.

El nervio juega en mi contra y me río suavemente sin parar, me levanto de sus piernas y voy camino a la cama

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El nervio juega en mi contra y me río suavemente sin parar, me levanto de sus piernas y voy camino a la cama.

El nervio juega en mi contra y me río suavemente sin parar, me levanto de sus piernas y voy camino a la cama

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Estoy mentalizada y lista, si no puedes con ellos dale lo que quieren pero exigiendo algo a cambio.

Cómo les doy la espalda hago descender la parte delantera del atuendo revelador que hace volverlos locos.

Siento la presencia de Leo levitando muy cerca - Está noche haremos equipo preciosa - Me besa el hombro.

- ¿Qué? - Recogí la parte de adelante cubriendo me.

- Si efectivamente - Donovan me toma de las muñecas recostandome en la suave superficie, mientras que Leo me recorre con sus manos, luego hace lo mismo alrededor, palpando.

- Desde que pusiste esa daga en mi cuello, vamos a tener que tratarte como al enemigo, empezando ahora, tienes prohibido tener algún objeto afilado bajo tu poder - Me besa en el proceso.

El Reino Alado 🪽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora