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- ¿Está todo en orden Katia? - Le pregunto mientras recorremos el mercado junto a los escoltas reales.

- Como usted solicito su alteza, tanto en los Reinos de Arena, El Reino Negro y el Reino dentro de las montañas - Mencionó con discreción.

Le doy un asentamiento, mientras recorremos las calles, sonrió viendo a unos niños jugar felices, pero unos lamentos me hacen dirigir mi atención a una mujer gritando ayuda.

- ¿Se encuentra bien? - Bajo del corcel y la ayudo a levantarse

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- ¿Se encuentra bien? - Bajo del corcel y la ayudo a levantarse.

- Su magestad ¡Por favor! Se lo suplico no tengo dinero, mi esposo hace años murió y el se llevó a mi niña - Llora en mis brazos con desesperación.

- ¿Quién se llevó a su hija? - Le pregunto tratando de tranquilizarla.

- Sir Latter mi Reina, como forma de pago por no pagar los impuestos - Dice aún derramando lágrimas amargas.

- ¡Quiero que ubiquen a Sir Latter ¡Ahora! - Grito la orden y los caballeros la acatan de inmediato.

Luego de calmar a la mujer, nos adentramos en la callejuelas del Reino, para dar con la única Casa de las Delicias.

Entramos y los guardias expulsan a todos los presentes habitación por habitación, hay muchas mujeres y ellas permanecen en una habitación mientras buscamos a Sir Latter.

Al derribar una puerta está ese despreciable hombre con la niña de 5 años tomada por uno de sus bracitos mientras que un hombre ya anciano le da unas monedas.

Mi mirada se torna elada y la ira abarca cada célula de mi cuerpo

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Mi mirada se torna elada y la ira abarca cada célula de mi cuerpo.

El Reino Alado 🪽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora