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- Estuvimos pensando lo del viaje, pero llegamos a la conclusión que no podemos ahora que se avecina la guerra - Dice Sam, estamos los cuatro en el comedor del Palacio, yo devoro una tarta de manzana.
- Entonces, mi opinión es un cero a la izquierda al parecer - Limpio residuos del pai, retirándome del comedor.
- ¡Vuelve Laila! - Escucho la voz enojada de Sam, pero si quiere batalla, batalla tendrán.
Me pierdo en los pasillos del castillo, para serenarme un poco. Luego de caminar voy por el pasadizo y llego al valle, este lo cubre una neblina ligera. Me acerco a la fuente y mi reflejo me saluda, hasta que pasó mi mano y las ondas lo cubren.
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Después de recorrer un poco me recuesto en sus pastos para esperar a Marfil, sin embargo me duermo a los pocos minutos.
Despierto sobresaltada y los últimos rayos del sol se esconden para dar paso a la oscuridad, a la fría noche, así que vuelvo sobre mis pasos por el portal.
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El ala este del Castillo está silenciosa, fría y desolada, las armaduras fácilmente se pueden confundir con los guardias petrificados.
Término de llegar a la biblioteca y me dispongo a buscar el libro de mis sueños, donde habla sobre la metamorfosis del lobo.
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