- ¿Dónde está la Reina? - Le pregunto a la Paladín en el salón del trono.
- Ella está en el templo - Dice bajando la cabeza.
- Te diré algo, mis soldados han recorrido cada maldito templo y no está mi Reina en ninguno de ellos - Hace horas que estamos buscando a Laila tal parece que se esfumó del Castillo, pero sé que Katia sabe a donde fue, porque es obvio que está muy relajada.
Donovan y Leo están a mis costados, también enviamos al sabueso en su búsqueda pero se perdio el rastro dentro de los pasillos, así que tengo la seguridad de que aún está dentro, solo que no sé está exactamente.
- Mis reyes, yo les aseguro que está a salvo, solo denle un poco más de tiempo ella aparecerá en cualquier momento - Cuando dice eso, Laila aparece por la puerta como si nada.
- Katia puedes irte, yo me hago cargo - Mencionó con una sonrisa y la Paladín se retira.
- ¿Puedes decir dónde estabas? - Me acerco a ella levantando su rostro, su mano se posa en la mía, y no puedo evitar exclamar - Estás con temperatura - Murmuro confundido.
- Los necesito ahora - Mis ojos no podían estar más cautivados por su mirada de deseo.
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- Pero primero ¿dónde estabas? - Sus labios se rozan con los míos.
- Es un secreto mi Rey - Toma mi mano y me lleva con ella, invitando a Leo y Donovan en el proceso.
Cuando llegamos a la habitación somos escoltados a la cama.
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Y con el espectáculo apenas iniciando, se despoja de las capas de tela lentamente, situándose luego en las piernas de Leo y comenzando una danza en sus labios.
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