Al amanecer emprendemos el viaje de regreso a nuestro Reino, se me acerca Katia en el camino y vamos hablando del batallón, nos detuvimos después para contemplar las vistas y para que los caballos beban agua de un arrollo.
Los Reyes van al frente y nosotras en medio de los soldados y guerreros, sin embargo en mi corazón aún tengo dudas con respecto a la lealtad del nuevo Rey de las Montañas.
Seguimos el viaje con el mejor clima que ayer.
- Oye vi que el Rey no te quitaba los ojos de encima - Dije picando a Katia.
- Debe ser que tenía una araña en el cabello - Dice nerviosa.
- No seas tonta le gustas - Dije riendo y galopando.
Me salí de las filas y tomando velocidad esquivamos los árboles nevados.
- ¡Laila! - Sam me sigue de cerca.
- ¡Carrera! - Grito riendo.
Donovan me sigue el juego también, estamos a la par riendo pero de un momento para el otro los caballos se asustan y se detienen.
- ¿Qué sucede? - Pregunto viendo hacia los lados.
- Guarda silencio - Donovan baja del caballo, viendo fijamente hacia alfrente.
Un lobo de gran tamaño nos ve rabioso, mi caballo no para de relinchar, así que me bajo antes que me tumbe.
Quedo contra un árbol, mientras Donovan se acerca al lobo de una manera segura.
Cuando el lobo suelta espuma cierro mis ojos sin poder verlo atacar a mi Esposo.
Sin embargo, cuando los abro veo que Donovan tiene la mano posada en la cabeza del gran lobo blanco, y que el mismo está haciendo una reverencia.
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El Reino Alado 🪽
Ciencia FicciónEn tiempos de guerra, no existen más opciones que entregarse y sacrificarse si en tu sangre corre la realeza y en tu cabeza descansa una corona.