MarianaPor más que trataba no lograba concentrarme en nada. Mil tareas y trabajos pendientes y mi cabeza solo daba para pensar en esos ojos verdes que mantenían preso a mí corazón.
¿Me estoy enamorando? ¿En serio? Pues no lo sé, solo sé que por más que trato no puedo sacar a Aron de mi cabeza, por más estupideces que haga lo sigo queriendo como el día que lo conocí, por más que me dañe lo sigo perdonando aunque me rompa en mil pedazos, pues solo él tiene el poder de reconstruirme.
—¿En serio vas a salir con él?
—No lo sé Jul.
—¿Cómo que no lo sabes? Mariana te dañó, jugó contigo, no le importaron tus sentimientos y además tiene novia o ya se te olvidó.
—Todo debe tener una explicación y pienso darle el beneficio de la duda ya que lo juzgué sin escuchar lo que tenía para decir.
—¡Que no tiene que decirte nada! Lo hecho, hecho está. Vas a acabar destrozada, huye antes de que sea demasiado tarde. Hombres hay a montones y tú eres bien bonita. Amores como el de Aron son tóxicos y tarde o temprano terminan arrasando con todo y ni tú eres Rachel James ni él es Christopher Morgan.
—¡Que no me agobies joder! Sé a lo que me enfrento y créeme cuando te digo que ya estoy bien destrozada.
Me di la vuelta y me dirigí al cuarto de baño. Me puse mi ropa deportiva y salí a trotar, necesitaba pensar, necesitaba ordenar el caos de mi interior.
Puede que Julie tenga razón. Puede no, la tiene. Amores como el de Aron son tóxicos pero prefiero esa toxicidad a sentirme como ahora, sola y perdida. Estando con él me siento protegida, me siento en mi lugar seguro, como ya dije es el único capaz de pegar los pedazos rotos de mi corazón. Lo quiero y lo necesito.
No deja de darme vueltas la misma pregunta en la cabeza. ¿Lo amas? Pues no lo sé, pero necesito averiguarlo.
Troto en los alrededores de la universidad, sin parar, queriendo sacar todo lo que llevo dentro, como si el esfuerzo físico pudiera hacerme olvidar los problemas por unos minutos.
—Hola.
Dicen detrás de mi y por la impresión casi caigo al suelo, estoy demasiado débil para este tipo de sustos.
—Hola —digo volteándome con el ceño fruncido para ver de quién se trata y mi cara de espanto no tarda en llegar al ver un par de ojos azules observándome de arriba abajo.
—¿Te asusté? Lo siento no era mi intención, veo que me recuerdas muy bien.
No dejes que te ponga nerviosa Nan, tú puedes con esto y más.
—¿Luke cierto? Como olvidar al acosador de la discoteca.
Sigo trotando aunque mis pies no den más, necesito alejarme de este chico, no sé por qué pero no me agrada.
Te estuvo acosando estúpida claro que no te agrada.
—¿A dónde con tanta prisa? Parece que alguien me tiene miedo.
—No te tengo miedo vale, solo que estás interrumpiendo mi rutina de ejercicios.
—Uy vale —dice levantando ambas manos— como diga la chica divertida.
—¿Chica divertida?
—Sí, bueno así querías que te llamara en el bar.
—Sí claro.
—¿Qué, no me crees? Pregúntale a Aron. Ah no espera —se queda pensativo—, debe estar ocupado con cierto polvo blanco que te deja en las nubes.
Dejo de trotar para encararlo.
—¿Qué insinúas?
—¿Insinuar? No pequeña, yo solo digo lo que sé, lo que he visto durante años. Ese chico en el que tanto confías, al que veneras según vi aquella noche no es más que un drogadicto.
—Mide tus palabras al referirte a él.
—¿Me tratas mal porque piensas que soy un acosador, maniático e insoportable verdad? Pues no quieras ver lo que es tu querido amiguito, somos muy parecidos.
—No te compares con Aron, él es mucho mejor que tú en muchísimos aspectos.
—Oh pequeña, me divierte tu ingenuidad, que ciega estás. Claro que somos distintos en muchísimos aspectos, yo no soy un drogadicto fracasado, tú noviecito sí.
—Largo, déjame en paz.
—Claro, solo dale saludos de mi parte a Aron, dile que si necesita más polvillo mágico estoy donde siempre.
—¡Eres un completo idiota! —digo empujándolo hacia atrás y me toma del brazo acercándome a él.
—Sí soy un idiota, —susurra en mi oído, de cerca percibo su aroma que me deja sin sentido común por unos minutos— pero no me tientes porque me puedo convertir en algo más que eso. Aún no olvido que no quisiste bailar conmigo pequeña, a Luke Wensley nunca se le dice que no y te juro que voy a cobrarme ese baile —me suelta clavando sus ojos en los míos— por las buenas o por las malas, tú decides —dice sonriendo con malicia.
Luke es de esos chicos que portan una belleza peligrosa, de esa que te tienta a caer, que te atrae tentándote a jugar con el diablo, pero su arrogancia opaca todo su atractivo. Su mirada profunda da miedo, intimida con la misma mirada que derrite a un iceberg.
Se va trotando, desapareciendo a lo lejos dejándome hecha un lío. La verdad sus amenazas me tienen sin cuidado, sé defenderme perfectamente de un patán como él, bastantes narices dejé sangrando en el instituto. Lo que me dejó sin habla fueron sus insinuaciones sobre Aron. No puede ser cierto, mi Aron no es así, mi Aron no es un drogadicto. No es cierto, solo está intentando alejarme de él, no tiene sentido.
Regreso peor de lo que salí, entro y veo a Julie en su escritorio, nota mi presencia y alza la cabeza.
—Nan, ¿podemos hablar?
—Depende, ¿vas a seguir insultando a Aron?
—Lo siento vale, simplemente no quiero que acabes destrozada, sabes que te tengo mucho cariño aunque a penas nos conocemos, mereces a alguien mejor Nan.
—Jul, perdón pero es mi decisión y no pienso discutirlo.
—Como digas, pero no me voy a cansar de decir te lo dije cuando te arrepientas de esta decisión.
—No me voy a arrepentir.
O eso espero.
—Vamos Julie, ya no sigas, necesito que alguien me ayude a arreglarme, tengo una cena esta noche.
—Vaaaaaale.
—Te quiero.
—Y yo a ti.
Nos abrazamos y Julie pone cara de asco al ver que estoy sudada. Me voy directo al baño, necesito una larga ducha.
Las dudas revolotean en mi cabeza, no puede ser cierto, no le puedo creer a ese estúpido, Aron no es ningún drogadicto.
Pienso en todo lo que hemos vivido juntos, pienso en cuando nos conocimos con a penas dieciséis años. Pienso en el tiempo que hemos pasado juntos aquí en la universidad, nunca he visto indicios de nada.
O has estado tan preocupada por otras cosas que no has querido verlos.
¡No! Aron no es así.
Hoy vamos a cenar, vamos a pasar una noche perfecta y todo va a estar bien. Luke no me va a fastidiar mi noche, no va a hacer que vuelva a echar todo por la borda, no me va a alejar nuevamente del chico que amo. Porque sí, ya respondí a la pregunta qué tantas vueltas daba en mi cabeza, lo amo y nada ni nadie nos va a volver a separar.
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¡¡Hola a todos!! Nueva actualización, un poco tarde pero llegó. Espero que disfruten de este capítulo y prepárense porque se vienen muchísimas cosas más.
Los quiero 🖤
Nota: El de la imagen del principio representa a Luke.
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Guerrero silencioso
Teen FictionSi de dolor se trata Mariana tiene un doctorado en ello. Lleva años cargando con el peso de la culpa de no poder salvar a los que más quiere. Vive perdida tratando de sonreír cuando en realidad está muerta por dentro, los sentimientos y las emocione...