Capítulo 21

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Dolor, angustia, añoranza, tristeza, todo se mezcla en mi pecho mientras camino por los pasillos de la escuela. Ya terminaron las clases por hoy así que camino sin prisa rumbo a mi habitación. Sin saber por qué me detengo frente a la que sé que es el aula de Aron, aún no terminan así que su grupo entero está ahí, excepto él.

Sigo caminando y por inercia me dirijo al patio trasero de la escuela, tampoco está. Steven está en el gimnasio con su grupo de amigos y tampoco está allí.

¿Para qué lo buscas?

Sé que suena absurdo después de lo que hizo pero necesito saber de él, necesito saber qué está bien.

Llego a la cafetería con un hambre voraz y me siento sola en una de las mesas más apartadas. Detesto mi vida, detesto tener que sufrir tanto, ¿por qué tiene que ser así siempre?

Pasa cuando esperas demasiado de una persona.

Volteo y enfoco mi vista en la puerta, sigo con esa estúpida sensación de que va a entrar en cualquier momento, termino el sándwich y el zumo de limón que pedí, pago la cuenta y justo cuando me voy a levantar...

Maldito destino, tenían que entrar justo ellos, robándose la atención de todos. Una chica de un perfecto cabello rojizo y ojos azules seguida por dos chicos con el mismo color de ojos pero rubios.

Los hermanos Wensley cariño.

Por suerte Luke no me ha visto, trato de escabullirme entre las personas intentando pasar desapercibida pero alguien me toma del brazo, volteo rezando porque no sea Luke y...

—¿A dónde va con tanta prisa?

—Lo siento doctor Parker pero tengo que irme.

—Señorita no me evada, necesito hablar con usted.

Volteo para ver dónde se encuentran los Wensley pero no los veo por ningún lado.

—Solo serán cinco minutos —insiste.

—Ok, qué desea doctor.

Se queda pensativo observándome de arriba abajo, me intimidan esos ojos grises que de la nada se han tornado oscuros.

No debiste hacer esa pregunta.

—Si es para hablar nuevamente de mis calificaciones y mi atención a clases le repito que...

—No es eso.

—¿Entonces? —ya me está poniendo nerviosa.

Vuelve a observarme de arriba abajo detallando cada parte de mi cuerpo, en serio no entiendo que tiene.

—Quisiera saber si acepta salir conmigo hoy señorita Londres.

¡¿Qué demonios?!

¿He oído bien?¿Salir con él?¿Con el profesor más codiciado de la universidad?

—Sigue ahí o se ha ido a la luna —chasquea los dedos delante de mí.

—Perdón pero no creo que eso sea correcto.

—No le he preguntado si es correcto o no, paso a recogerla esta noche a las 8:00.

—No le he dicho que sí.

—Pero lo ha pensado, además no tiene que decirlo la pregunta está de más, o va por las buenas o la llevo a la fuerza.

Imbécil.

—¿Disculpa?

—Aceptada.

Mil veces estúpido.

Guerrero silencioso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora