Capítulo 7

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—...Mariana despierta.

Sentía una voz lejana llamándome pero no podía abrir los ojos, estaba realmente agotada.

—¡Marianaaaaaa!

—¡Vale! —abrí los ojos de golpe—. Que pesada eres, ¿no encontraste otra forma para despertarme que no fuese pegando gritos?

—¿Y qué quieres cariño? Si llevo más de cinco minutos sarandeándote intentando despertarte y lo único que tengo por respuesta son gruñidos.

—Ya Julie qué quieres, déjame dormir estoy cansada —dije refunfuñando.

—Puedes ir olvidando esa idea, tenemos exactamente una hora para arreglarnos, Steven va a pasar por nosotras para llevarnos hasta el gimnasio.

—Sabes que te odio —entrecerré los ojos en se dirección.

—Si cariño yo también te quiero mucho, ahora anda a ducharte y se rápida por favor.

Me puse la almohada encima de la cabeza intentando volver a dormir pero Julie me la quitó nuevamente gritando.

—¡A la ducha ahoraaaa!

—¡Qué ya voy! ¿Sabes? Mi madre estaría encantada de conocerte, eres tan pesada como ella.

—Muchas gracias por los halagos, ahora levanta —dijo quitándome mi mantita de encima y haciendo que saliera del calor de mi camita.

Me dirigí a la ducha y allí comencé a sentir música. Julie tenía la manía de poner música bien alta y montar un karaoke, pero esta vez no me disgustaba para nada, ¿ese era Beret?¿en serio?

—Súbele el volumen —me escuché a mí misma decir sin pensarlo, y sin darme cuenta ahí estaba yo cantando a todo pulmón sus canciones.

Salí del baño y vi que Jul tenía un cepillo de pelo como imitación de un micrófono, no tardé en tomar el mío y unirme al karaoke.

"Cuando ya no sepas dónde ir

Solo vete dónde de más miedo

Las cosas que no puedes cambiar

Son las mismas que acaban
cambiándote luego.

Te prometí hacer todo por tí

Pero hacerte feliz yo no puedo

Y si vas a ser alguien sin mí

Por favor nunca seas aquello que te hicieron.

Y ya pasó un día y no te veo,

Ya llevamos dos y te pierdo, si pasas de página ya no te leo.

¡Te echo de menos, aunque yo fui quien te eché, a veces no se que quiero como te voy a querer!"

Me sorprendí viendo lo mucho que me divertía cantando con Jul. Hacía mucho que no sentía esa calidez y pasión al cantar una canción que me gustaba muchísimo, se sentía bien, se sentía liberador y me hacía volver a sentirme viva. Encontré durante unos minutos gracias a Beret a aquella niña que había perdido hacía mucho tiempo.

Pasamos de canciones y karaokes y comenzamos a vestirnos para ir a la fiesta.

Debido a la insistencia de Jul terminé poniéndome un vestido gris ajustado al cuerpo el cual resaltaba muy bien mi figura delineando cada una de mis curvas. Me maquillé un poco y decidí soltarme mi cabello el cual caía en risos sobre mis descubiertos hombros.

Jul estaba guapísima con su vestido rojo y sus tacones altos, yo había pasado de ponerme esas molestias tan altas y opté por unos más bajos.

Sentimos que alguien tocaba la puerta así que bajamos un poco la música y Jul quiso que abriera yo ya que ella se estaba retocando el maquillaje, realmente no lo necesitaba pero era bastante pesada con ese tema.

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