Guerrero silencioso

Epílogo

                     
Hola a todos. Pues... creo que les debía este epílogo y para serles completamente sincera... ya extrañaba al payaso y la insoportable :(

Espero la hayan disfrutado. Ya no los molesto más, pero antes quisiera decirles que ya está disponible mi nueva novela "Llegas demasiado tarde"

Los quiero.

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Dos años sintiéndome una completa desconocida. Dos años extrañando a la persona alegre que fui algún día. Dos años atrapada en el pasado y siendo arrasada por el dolor. Pero llegaron ellos...

Justo después de esos dos años llegaron a cambiar mi vida... llegaron para hacerme completamente feliz.

Julie, Steven, mis nuevos amigos, el doctor Parker y... desgraciadamente los hermanos Wensley.

Olvidamos a alguien.

Ah claro, y el causante de que mi felicidad sea completa, mi payaso insoportable.

Cada uno de ellos —para bien o para mal— aportaron su granito de arena en mi historia.

Julie y yo seguíamos estudiando, íbamos ya en nuestro cuarto y tercer año respectivamente y nuestras vidas se habían vuelto un poco... diferentes. Seguíamos siendo mejores amigas claro, nos veíamos diariamente a la misma hora, a la cual nosotras inocentemente llamamos hora del cotilleo. Pero... ya no vivíamos juntas. La muy traidora me había dejado sola para irse a vivir con Steven a diez minutos de la universidad.

Estuve peleada con ella durante una semana, pero luego la entendí.

Tampoco es que nos hubiese dejado tan solas.

Bueeeeeno, la verdad es que no estábamos solas.

Aron prácticamente se había mudado conmigo ya que se quedaba a dormir cada noche. Al principio fue extraño, pero después me acostumbré tanto a tenerlo cada noche conmigo que ya se me hacía raro tener que dormir solita.

Y hablando del payaso de este circo... pues le estaba yendo bien. Cursaba como yo su tercer año, pero la diferencia era que además de ello se había convertido en entrenador de fútbol para chicos de diez años y se le veía... feliz, realizado, como si estuviese cumpliendo un sueño frustrado.

Nos iba bien, nos entendíamos perfectamente. Se había convertido en mi mayor apoyo, solo él conseguía hacerme seguir adelante a pesar de todo.

El doctor Parker había formalizado su relación con Victoria. Era algo extraña, pero por lo menos sirvió para mantener a esa loca alejada de mi chico. Al hermano de Luke lo veía a cada rato, aunque evitaba encontrarme con él.

Y bueno... de Luke no volví a saber nunca más, y créanme que es mejor así. Nos hizo demasiado daño y se merece pasar el resto de su vida en la cárcel, pero aún así no puedo evitar sentirme un poco culpable por arruinarle su vida al denunciarlo.

Se la arruinó él solito.

O por lo menos eso me decía todos los días para alejar el sentimiento de culpabilidad.

Iba a visitar a mis padres cada fin de semana, junto a mi payaso insoportable claro.

Habían cambiado mucho en estos últimos años. Ya no me juzgaban con la mirada cada vez que me veían. Ya no me acusaban de ser una loca egocéntrica. Muy por el contrario, se mostraban cariñosos e interesados por mí, había echado de menos esta faceta de padres ejemplares.

Marcus por su parte estaba mucho más grande, pero seguía siendo el mismo pesado y... ¡Sorpresa! Seguía molestando al pobre Loki cada día de su existencia.