Una semana después.Mariana
¡Es hoy! ¡Es hoy!
Parezco niña pequeña emocionada porque hoy por fin llega mi Aron. Lo he extrañado tanto que no sé realmente cómo voy a reaccionar cuando lo tenga en frente.
Mi teléfono suena y corro a contestarlo.
—Hola insoportable.
—Hola payaso.
—¿Me has extrañado?
—¿Para qué preguntas lo que ya sabes?
—Porque quiero oírlo de tu boca.
Esbozo una sonrisa idiota.
—Te he extrañado cada noche, tanto que me la he pasado hablando con la luna de tí.
—¿Y qué le has dicho?
—Cosas...
—¿Como por ejemplo?
—Que te amo con cada milímetro de mi cuerpo.
—Y yo a ti nena. Prometo que no tardaré en llegar, me despido de mis padres y voy, ¿vale?.
—Vale, te espero.
—Te quiero.
Cuelga y me voy directo al aula. Al entrar le entrego mis trabajos al doctor Parker el cual me mira decepcionado. Intento pasar por su lado pero...
—Señorita Londres.
—Sí, doctor.
—¿No cree que tenemos que hablar?
—Yo no tengo nada que hablar con usted.
—Pero yo sí, me dejó plantado.
—Juro que no fue mi intención, pero sabía perfectamente que no me apetecía ir a esa cita, usted me obligó chantajeándome con mis calificaciones.
—De hecho quería disculparme con usted, me pasé un poco ese día.
—Disculpa aceptada doctor, no dude ni un segundo que va a llegar a su vida alguien dispuesto a salir con usted, es muy guapo.
—Gracias —extiende su mano hacia mí con una sonrisa adorable en el rostro—, ¿amigos?
—Profesor y alumna creo que suena mejor —le estrecho la mano.
—Pues que así sea.
Le sonrío.
Me dirijo a mi puesto de siempre y cuando miro debajo de la mesa me encuentro una pequeña nota:
"No creas que he olvidado mi promesa pequeña, si no eres mía no serás de nadie. Creo que Aron pagará las consecuencias de tu rebeldía".
Luke.
Palidezco al leerla.
¡Hijo de puta!
¡Cuánto lo odio! Juro que nunca en mi vida había odiado tanto a una persona.
Arrugo la nota y la guardo en mi bolsa.
Salgo hecha una furia cuando terminan las clases y me dirijo a mi habitación.
Azoto la puerta al entrar y Jul da un respingo al verme.
—¿Nan? Cariño, ¿estás bien?
—No... mi mundo se me está cayendo a pedazos. Las amenazas por parte de Luke no cesan y tengo miedo que se atreva a hacerle daño a Aron.
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Guerrero silencioso
Ficção AdolescenteSi de dolor se trata Mariana tiene un doctorado en ello. Lleva años cargando con el peso de la culpa de no poder salvar a los que más quiere. Vive perdida tratando de sonreír cuando en realidad está muerta por dentro, los sentimientos y las emocione...