Algo Inesperado I Pedri I

Parte 3- Dame una oportunidad

NARRA ALICIA 

Me separé instintivamente del chico al notar su mano sobre mi brazo algo sobresaltada por el contacto inesperado y el solo me sonrió ampliamente. 

-¿Esa frase te suele funcionar para ligar?- reí, mientras lo miraba de arriba a bajo. De estatura media, pelo castaño y ojos marrones, pero lo que más destacaba de todo era su sonrisa y su acento que al principio me costó un poco descifrar.

Rió de nuevo y me regaló otra sonrisa. 

-Lo digo en serio.. pero es que es un poco parado- me señaló para que mirara hacia el otro lado de la barra donde había otro chico más o menos de la misma estatura vestido con una sudadera blanca ancha. Con la poca luz que había en el local me costaba un poco verle bien la cara, pero parecía un niño. Nos observaba detenidamente, y cuando sus ojos avellana se encontraron con los míos retiró la mirada rápidamente y fingió estar enfrascado con el móvil. 

-Dile a tu amigo que siendo vergonzoso no llegará a ningún sitio, y que si quiere algo aquí lo espero- empecé a darme media vuelta. El chico era mono no iba a negarlo, pero lo último que pensaba hacer yo era ir detrás de un chaval al que no conocía de nada. Ese no era para nada mi estilo y estaba un poco cansada de los típicos juegos de ligoteo sin sentido. Si al chico le gustaba era tan fácil como venir a hablar conmigo sin necesidad de mandar al amigo.

-¡¡Espera muchacha a donde vas!!- de un brincó el chico moreno se puso delante mío de nuevo-¿A caso no sabes quien es?- lo señaló de nuevo y miró uno de las fotografías que habían colgadas en la pared donde aparecían ambos vestidos con el kit del barça. – ¿Quienes somos?- siguió mientras le empezaba a hacer señales al otro chico para que se acercara a nosotros, pero este no se movió y siguió fingiendo que estaba con el móvil. 

Si la primera frase para ligar ya me pareció mala, el hecho de que ahora estuviera alardeando  que eran jugadores de futbol y que por eso debía de mostrar más interés me pareció aun peor.

- Pues no– mentí- Ni la mas mínima idea de quienes sois, ahora si me disculpas, he de volver con mi ..- de nuevo no me dejó moverme de su lado ni acabar la frase.

-Pero, ¿por qué tanta prisa? ¡Si nos acabamos de conocer hombre!- insistió alzando una ceja. O este chico era muy pesado o jamás le habían dicho que no.

- ¿No decías que era tu amigo al que le gustaba?- seguí irónica cruzándome de brazos.

Mi pregunta pareció pillarlo desprevenido e hizo una mueca.

-Ehhh sí, claro, pero eso no quiere decir que tu y yo podamos ser amigos- ofreció con una media sonrisa, y no sabría decir que me sentó peor, si su actitud desenfadada y que siempre tuviera respuesta para todo o que parecía no sentir ningún tipo de atracción física hacia mi persona. 

- La verdad es que ya tengo muchos amigos gracias- zanjé dando un paso atrás- Además, tengo  prisa.

-Pero muchacha... dame una oportunidad porfa- se quejó peinándose el pelo nervioso. Jamás había conocido a alguien tan testarudo. Se empezó a acercar a mi para decirme algo al oido, pero me separé instintivamente poniendo mi mano entre ambos y tocando su pecho. 

-¿Oportunidad? Cuando alguien liga contigo y luego te dice a la cara que no le interesas no hay mucho más que decir - solté sin poder controlarme más.

-¿Crees que no me has gustado? – rió con su marcado acento y ahora si que descifré que era canario, aunque al principio me había costado, el chico no podía negar de donde era– Muchacha eres la chica más mona que he visto en meses, pero realmente, y lo digo en serio...