Parte 48- Contigo ganamos

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Recordad dejar estrellita

NARRA ALI

Gavi sabía mi secreto, se había dado cuenta. Aun no entendía como había sido capaz de juntar todas las piezas, pero el sevillano lo había hecho.

Tenía el recuerdo de sus ojos marrones mirándome con ganas de que le confirmara su teoría, aunque muy en el fondo el ya sabía que yo había jugado por mi hermano en aquel primer partido, lo quería escuchar de mis labios. Pero desgraciadamente, no tuvo su respuesta. Pedri apareció super acalorado buscándome. Se había despertado y al no verme a su lado se imaginó lo peor después de lo que pasé en el vestuario.

Pedri tenía un ataque de ansiedad, con lo tranquilo y calmadito que siempre era, me sorprendió mucho verlo así de nervioso por mi, porque eso también me demostró una vez más que yo le importaba de verdad, y aunque Gavi se hubiera dado cuenta de algo que debería haber hecho Pedri, no me importó. Volví a la cama junto a mi chico, para dormir abrazada a el y sentirme segura. Ya tendría tiempo de hablar con Gavi de todo esto.. si volvía a jugar, porque ahora mismo dudaba que fuera a pasar en un futuro cercano.

Después de la desastrosa derrota del barça en su primer partido de Champions, Xavi estaba furioso. Había aumentando la intensidad de los entrenos y la carga de trabajo, especialmente mis análisis tácticos. Era incapaz de recordar la última vez que había tenido que ver tantos partidos seguidos de Liga, y al final me dolía la cabeza y no sabía ni lo que estaba haciendo.

Lo único bueno de todo esto era tener a mi chico futbolista a mi lado y a su hermano cocinero, que se encargaba cada noche de animarme con algo de comer mientras seguía viendo más partidos.

- Come- me ordenó Fer al ver que ni si quiera había dado un bocado a la tostada que tenía delante

-No tengo mucha hambre...- admití desganada. Con todo la presión de estos últimos días, además de lo que me pasó en Alemania con el amigo de Marcos, había perdido mucho el apetito.

-Ali...- negó con suavidad- No querrás que le diga a Pedri que anoche tampoco cenaste mucho ¿no?

-¿Decirme qué?- Pedri apareció por detrás y me dejó un beso en la mejilla.

-Ali no quiere comer, y anoche tampoco cenó nada- me delató Fer y yo solo lo fulminé con la mirada. No estaba acostumbrada a que cuidaran de mi, siempre me había tocado buscarme la vida y cuidar de Álvaro, y esto era algo nuevo. Tener a gente que genuinamente estuviera preocupados por mi salud...me costaba mucho dejarme llevar.

Esa era otra de las razones por las que había estado evitando a mi hermano en casa. Porque desde lo que pasó en Alemania estaba muy pendiente de mi las 24 horas del día, incluso dejando a Leo de lado, y me sentía en una cárcel.

Pedri chasqueó la lengua y negó con suavidad. Fue hasta el último armario de la cocina y sacó un botecito blanco que conocía demasiado bien.

-"Crema gianduia bianca"- balbuceó Pedri como pudo en un italiano muy espanizado que a penas se entendía bien.

Abrí los ojos de par en par, no me lo podía que creer.

-¿Es broma?

Pedri negó con suavidad y movió el botecito de un lado a otro. Era una crema de nutella blanca que solo vendían en Roma. Le había hablado a Pedri mucho de ella porque era el "antojo" preferido de Álvaro y mío cuando se saltaba la dieta.

-Solo te lo doy si prometes comerte la tostada con ello- me chantajeó.

-Me acaba de entrar mucha mucha hambre- mentí poniéndole ojitos mientras el canario me ofrecía el bote. Lo miré varias veces antes de abrirlo meter una cuchara sopera y llevarla directa a mi boca-Mmmm, como había echado de menos esto- murmuré cogiendo otra cucharada más, pero entonces sentí la mirada de los hermanos González sobre mi y pensé que lo suyo sería ofrecer un poco para que lo probaran.

Algo Inesperado I Pedri IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora