Algo Inesperado I Pedri I

Parte 55- Mi suegra

NARRA ALI

Me desperté de sopetón cuando una de las enfermeras entró en mi cuarto para tomarme la tensión, y con el bote que di en la cama, desperté también a Pedri que me estaba abrazando.

-Buenos días, veamos como tienes la tensión- tardé un poco en reaccionar porque estaba algo desubicada por todo lo que había pasado el día anterior y a penas me moví de los brazos de Pedri.

-¿Ali estas bien? ¿Qué pasa?- me preguntó Pedri acariciando mi mejilla.

-Nada.. es solo que.. - me toqué las sienes nerviosa y me estremecí al rozar el golpe que llevaba-no me acuerdo..- balbuceé incómoda.

-¿Qué le pasa?- preguntó Pedri con mucha urgencia en la voz mientras yo sentía que me faltaba el aire.

La enfermera se acercó a mi y cogió mi mano muy despacito.

-Alicia respira conmigo por la nariz venga- me guió la respiración un par de veces hasta que me relajé un poco-¿Sabes donde estás?

Miré de un lado a otro confusa. Estaba en el hospital, o eso parecía.

Asentí.

-En el hospital...

-¿Te acuerdas que te pasó?

Las imágenes del partido empezaron a venir a mi cabeza. Tuve un día muy agobiante, jugué por Álvaro, me encontraba mal.. no comí en todo el día.. la cena.. la cena con los padre de Pedri, miré a mi chicho que observaba con cautela. Lo jodí todo, todo por jugar por mi hermano, y entonces mi respiración se volvió errática de nuevo.

-Ali, Ali, venga- Pedri me atrajo hacia su pecho y dejó un besito en mi frente - respira conmigo ¿vale? estoy aquí, tranquilízate que no pasa nada.

Asentí y me acurruqué sobre el pecho de Pedri queriendo olvidar todo.

-Solo es la conmoción del momento- corroboró la enfermera acercándose a mi de nuevo-Alicia, ¿Recuerdas como llegaste aquí?- siguió preguntándome.

-No.. eso no..- respondí algo asustada por si debería de hacerlo.

-Estabas inconsciente cuando te trajeron, ¿Recuerdas donde te golpeaste?

Me llevé la mano a la cabeza y a mi chichón.

-Yo estaba... en el baño.. me estaba cambiando para cenar- balbuceé sin voz-y luego todo se volvió borroso... me sentía sin fuerzas.

-Bueno ya esta.. tranquila- cortó Pedri y miró de forma asesina a la enfermera que me puso el aparato para medir la tensión en el brazo.

-Esta mejor que ayer, pero aun un poco baja...es importante que comas algo para recuperar fuerzas, el médico pasara a verte y con suerte te darán el alta a la hora de comer- explicó antes de salir y volver con una bandeja que supuse sería el desayuno.

Pedri dejó un beso en mi frente y se levantó para acercarme la bandeja a la mesita de noche. Abrió la tapa con curiosidad para ver que contenía. Habían dos tostados un poco quemadas con aceite y no era nada apetecible.

Mi chico hizo una mueca y volvió a taparlo.

-¿Sabes qué? tengo una idea- sacó su móvil y empezó a teclear con ganas - ¿Crees que puedes esperar un poquito..? ¿o tienes mucha hambre?

La verdad es que no tenía hambre, pero por lo emocionado que me lo preguntó aunque hubiera tenido hambre, me hubiera aguantado por el.

-Puedo esperar, no tengo hambre- sonreí y le hice una señal para que volviera a la cama conmigo y eso hizo sin ofrecer la más mínima resistencia. Estiré el brazo para mirar la hora y los cientos de mensajes que tenía de gente preguntándome que como estaba y suspiré.