Parte 62- Nuestro secreto

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NARRA PEDRI 

Intenté tocar a Ali pero se retorció de dolor con tan solo el más mínimo roce.Ni si quiera sabía como reaccionar o que hacer. ¿Cómo no me había dado cuenta? Había tenido la respuesta a su secreto delante todos estos meses. 

 -Joder- hice una señal con la mano para llamar a las asistencias médicas del club para que se acercaran a atender a Ali, pero ella me paró estirando el brazo y mordiéndose el labio de dolor de nuevo.

-No hagas eso- me pidió sin voz.

-Ali te tienen que ver- seguí preocupado- Te has dado muy fuerte.. no.. no puede quedarse así... quizá tienes algún hematoma interno..

A lo lejos escuché el bullicio del resto de jugadores del equipo que le exigían al arbitro una tarjeta roja al jugador por el placaje que le había hecho a Álvaro, pero el arbitro lo dejó en una amarilla y ni si quiera se acercó para ver si Ali estaba bien. Gavi estaba hecho una furia y por las quejas y gritos se llevó otra tarjeta amarilla que lo mantendría fuera el próximo partido.

-No lo hagas- volvió a decir Ali como pudo-Quedan 2 minutos de partido señaló el reloj, solo ayúdame a levantarme.. por favor..- me suplicó y eso hice. Aun con las señas de medio banquillo del barça que nos hacían señas para saber si le daban paso a los médicos del club. Ella no quería  llamar la atención, para que nadie del club se diera cuenta de que se estaba haciendo pasar por su hermano, pero yo sentía que todo me daba vueltas en ese momento. De nuevo no entendía como no me había dado cuenta que mi novia había estado jugado conmigo el último mes.

La ayudé a levantarse pasando mi brazo por su cintura y se estremeció de dolor. El golpe parecía serio y lo comprobé cuando Ali a penas su podía ponerse en pie, por lo que me quedé a su lado para que se apoyara en mi. Gavi nos cubrió como pudo, y diría que fueron  los 2 minutos más largos de mi vida. Cuando el arbitro pito el final del partido que empatamos con un 1-1, Ali encontró las fuerzas de donde no las tenía y salió corriendo directa hacia los vestuarios dejándome plantado en mitad del campo. 

-¿Estás bien hermano? menudo golpe se ha llevado Álvaro tu.. ha parecido literalmente que se ha puesto en medio por ti- Ferran empezó acercándose por mi derecha.

-Es que lo ha hecho por mi - balbuceé como pude siendo consciente del sacrificio y del tremendo golpe que se había llevado Ali para que yo no me hiciera daño. 

Ferrán alzó una ceja confuso e intentó estirarme del brazo para reunirme con el resto del equipo y que fuéramos a saludar a la afición y al equipo contrario, pero por una vez no cumplí con mi deber, solo tenía en mente una cosa, y esa era Ali. Necesitaba verla.. necesitaba saber que estaba bien ..entender por que había estado jugando a mi lado todo este tiempo y no me lo había dicho.

 Corrí hasta los vestuarios a buscarla, pero supuse que no estaría en los masculinos sino en los femeninos y así fue. Álvaro estaba en la puerta, como un guardaespaldas fresco como una rosa. Quien lo viera se daría cuenta que era imposible que el hubiera jugado 90 minutos de partido.

-¿Donde está?- le exigí intentando pasar por su lado, pero se movió para impedirme el paso.

-¿De qué hablas?- se hizo el loco- A ver si te has dado demasiado fuerte en ese golpe en el campo..

-Los dos sabemos que yo no me he dado ningún golpe -zanjé perdiendo la paciencia-¡te digo que donde esta joder !- lo cogí por los hombros y empecé a zarandearlo haciendo que perdiera un poco la estabilidad. 

-Álvaro deja que entre..- escuché la vocecita muy suave de Ali provenir de dentro de los vestuarios y ahí si que no pude más, me deshice de Álvaro de un empujón y entré de una en el vestuario.

Algo Inesperado I Pedri IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora