Algo Inesperado I Pedri I

Parte 44- Voy a cuidar siempre de ti

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NARRA PEDRI

Casi pude saborear la respuesta de los labios de Ali, como iba a decir que "sí", pero Gavi entró por la puerta cortando en momento. El sevillano iba cargado con 3 bandejas llenas de comida, y mi rubita se levantó nada más verlo a ayudarlo porque por poco lo derrama todo.

Y sí, me quedé sin mi respuesta. La respuesta que tanto ansiaba y que me hubiera dado una paz real interna, porque significaría que Ali era mía por fin.

-¿Qué es todo esto?-preguntó Ali riendo al ver la cantidad de comida que Gavi se había ingeniado para conseguir traer a la habitación.

-La cena- expuso Pablo orgulloso- "sin dieta".

Habían patatas fritas, fingers de pollo, fingers de queso, hamburguesas y tres batidos. Solo de verlo me estaba entrando sofoco.

-Hermano,¿Donde te crees que nos vamos a meter todo eso?- abrí mucho los ojos- Ali a penas come nada..-pasé la mano por la cintura de mi rubita y se dejó llevar apoyándose en mi pecho.

-Y yo tengo nada de hambre.. ya te dije que..

-Sí, que se te fue el hambre por lo que le paso a Pedri- acabó Gavi por ella - pero ahora Pedri está bien ¿No?- me preguntó y solo asentí dejando un beso en la mejilla de Ali.

-Aun así, sigo teniendo mal cuerpo chicos- admitió Ali y yo me sentí fatal por lo mucho que le afectaba en general mi salud a su estado de animo.

-Venga Ali.. si tu no comes yo no como- la amenacé un poquito y Ali chasqueó la lengua negando.

-Tu tienes que comer sí o sí- estiró el brazo y abrió el cajón de la mesita sacando dos cajitas de medicación - una es para los mareos y la otra por la contusión, son muy fuertes y tienes que tener el estomago lleno - me explicó citando de memoria las indicaciones del doctor.

Y entonces la duda rondó mi cabeza. Parecía que Ali si que había estado en el hospital.

-Ali.. ¿tu viniste al hospital?- pregunté curioso al ver lo bien que se lo sabía todo.

-Joder hermano que clase de pregunta es esa, si exigió que te llevaran al hospital como una loca...

-Pablo calla - le previno Ali con tono autoritario pero escuché suficiente. Una vez más Ali me había protegido y yo ni si quiera me di cuenta. La cogí por la cintura y la abracé por la espalda. ¿Qué haría sin ella?

-Gracias por cuidar de mi..-susurré super bajito para que Gavi no me escuchara.

-Siempre- sonrió y aunque no hubiera respondido a mi pregunta directamente, con ese "siempre" yo supe que ya era mi chica. Había sido mi chica desde aquel primer beso que nos dimos cuando me inventé lo de la apuesta, y aunque entre medias ambos la habíamos cagado un poco, desde su primera vez nos habíamos comportado ya casi como una pareja.

-¿Que cuchicheáis? - Gavi alzó una ceja molesto.

-Estamos hablando de los pocos goles que has marcado hoy en el entreno- me burlé de el con malicia por como nos había cortado a Ali y a mi al volver con la comida. Gavi  resopló picándose, siempre era muy temperamental aunque en el fondo era un trozo de pan, se picaba por cualquier tontería.

-Al menos he marcado algo.. no como tu que solo te has abierto la cabeza por tonto- me escupió cabreado cruzándose de brazos.

-Venga, haya paz- cortó Ali antes de que siguiéramos discutiendo. Cogió una de las bandejas y la puso en la mesilla de noche, ofreciéndonos un plato de comida a cada uno. A mi dio una hamburguesa porque sabía que me encantaban y además con el golpe, debía recobrar un poco las fuerzas. A Gavi se quedó con las patatas fritas y media hamburguesa y Ali con los fingers de queso como buena amante del queso.