Algo Inesperado I Pedri I

Parte 17-No tenemos prisa

NARRA ALI

Me quedé parada sin saber que decir al ver a Pedri sonriente parado en mi puerta con dos bolsas de plástico.

-¿Qué.. haces aquí?- pregunté sin entender.

Pedri alzó una ceja confuso.

-¿Teníamos una cita de amigos recuerdas? Marqué mi gol, gané la apuesta- siguió obvio y yo solo asentí pensativa- ¿Puedo pasar?- preguntó al ver que no me movía de la puerta.

-Ehh sí claro, pasa-suspiré sin ganas. La verdad es que me costaba mirarlo a la cara después de como habíamos estado los dos en el campo y porque ahora mismo lo último en lo que quería era pensar era en el futbol. Pedri y yo tuvimos una conexión de juego brutal, que dio sus frutos y aseguró la victoria del equipo, pero nunca iba a saber que yo jugué, y eso me daba pena.

-¿Te encuentras mal?-me preguntó dejando las bolsas en la mesilla del cuarto mientras besaba mi mejilla al pasar por mi lado.

-Ehh, no o sea ¿Cómo?- seguí algo confusa y atontada por el beso que acababa de darme.

-No te vi en el banquillo la segunda parte del partido- empezó con timidez- Desde que .. bueno empezamos a preparar los partidos juntos..siempre me gusta mirarte cuando juego, así me concentro más y recuerdo lo que me enseñas- sonrió- y bueno me faltaste en la segunda mitad.

En ese momento me quedé sin palabras y todo mi bajón por el partido, y mis preocupaciones se esfumaron. Me acerqué al canario y lo abracé muy fuerte disfrutando de su contacto y deseé poder decirle que había estado con el en el campo, todo el tiempo asegurándome que lo tuviera fácil para brillar como lo había hecho.

-¿A que viene esto? - preguntó separándose un poquito de mi y dejando una caricia en mi mejilla.

-¿Tu mejor amiga del mundo no puede ponerse cariñosa o que?- le eché en cara fingiendo ofensa.

-No si a mi me encanta es solo que.. no se- dijo nervioso pasando un mechón de pelo por mi oreja.

-Me ha encantado ese gol y la dedicatoria- acabé admitiendo sabiendo que eso era lo que le estaba preocupando-la dedicatoria fue.. super mona.

-¿Lo viste?- preguntó con ilusión.

-Claro, tengo ojos en todas partes- los abrí mucho y río suave- además lo hiciste genial y justo como hablamos esta semana.

Pedri sonrió de medio lado balanceándonos un poco.

-Bueno.. Álvaro tuvo también algo que ver.. la verdad es que.. me lo dejó fácil- admitió algo vergonzoso juntando nuestras frentes.

Álvaro sí. Suspiré para mis adentros.

-Tu has brillado como solo tu sabes- respondí con sinceridad- me ha encantado de verdad- repetí para que lo supiera mientras hacia ademán de rozar sus labios, pero antes de que lo hiciera el se adelantó, y junto sus labios con los míos con muchas ganas.

Nos besamos como siempre hacíamos , al principio suave, dejando que nuestras lenguas jugaran un poco hasta que nos vimos en la necesidad de querer más el uno del otro. Pedri bajó las manos por mi cintura hasta llegar a mi culo y me cogió en brazos para sentarme sobre la mesa y seguir devorando mi cuello.

Empecé a soltar los primeros gemidos y suspiros contra su oido provocando que se estremeciera un poco.

-No hagas eso Ali..- me pidió casi sin voz.

-El que...-conseguí articular con dificultad mientras Pedri metía la mano por la camiseta de mi pijama y empezaba a rozar con suavidad mis pechos.