Parte 34-Tenéis una vida aquí

1.3K 167 67
                                    

Recordad dejar estrellita y comentad <333

NARRA ALI

Pedri me había agarrado por las muñecas y no me dejaba moverme.

Quizá en otra circunstancia me podía poner mucho el momento, pero ahora mismo no. Solo lo hacía para seguir con su chantaje emocional y que los acompañara al club. Pero es que no quería ir, sería revivir todo lo que pasé cuando pensé que Pedri me había puesto los cuernos y estaba embarazada de Fer.

-Sino me haces caso..voy a tener que convencerte- Pedri fue bajando la cabeza hacia mis labios sin soltar mis muñecas, y yo giré mi cabeza haciéndole una cobra- oye, ¿Qué acabas de hacer?

-No quiero tus chantajes, quiero que me sueltes-respondí con superioridad haciendo que el canario chasqueara la lengua.

-Respuesta errónea, ahora paga las consecuencias- Pedri me estiró por el brazo y me cargó en sus hombros como si fuera un saco de patatas.

-Bájame, como se te ocurre ¿Qué haces?-empecé a darle golpecitos en la espalda cuando vi que nos metía en el baño de la habitación.

-Voy a convencerte- repitió super suave sentándome sobre la pila del baño-créeme que después de esto no me vas a decir que no a nada.

-Pedri, un orgasmo no me va a convencer de ir al club- negué viendo cuales eran sus intenciones- además que Fer está despierto y abajo no vamos a fo...- no me dejó acabar la frase y estampó de una sus labios con los míos. Llevó una de sus manos a mi nuca, para apretarme aun más contra el y que no pudiera hacerle una segunda cobra y se deleitó metiendo la lengua.A penas podía seguirle el ritmo, sus labios se movían rápido mientras su menguaba buscaba la mía todo el tiempo.

Sabía que debía parar, no podíamos portarnos como dos adolescentes en celo, pero me era muy complicado teniendo a Pedri delante. Estos cuatro años mi vida sexual había sido nula..hasta que llegó el canario de nuevo para ponerme las hormonas a flor de piel.

Cuando Pedri consideró que ya se había vengado suficiente por la cobra que le había hecho, llevó las manos a mi cintura para bajar muy lentamente el pantalón de pijama corto que llevaba. Se arrodilló en el suelo, y empezó a dejar un camino de besos por mis piernas que me erizó toda la piel del cuerpo.

Siguió besando de arriba a bajo mis piernas hasta llegar a mis muslos donde se paró.

-Estás ..lista para mi- sonrió con prepotencia al pasar un dedo por la tela de mis bragas. Y con eso, me mojé aun más de lo que ya estaba.

-Abre..-me ordenó señalando las piernas. Pero no lo hice, estaba demasiado absorta en Pedri, y en como su olor me embriagaba por completo- Rubi abre o no voy a poder convencerte..

-Quizá no quiero que lo hagas- le reté

-Ya seguro- rio con superioridad mientras Pedri bajó mis bragas y las lanzó a un rincón del suelo.

Paseó un dedo de arriba a bajo por mi intimidad, antes de volver a agacharse y estampar sus labios contra ella. Su lengua se abrió pasó en mi, y fui incapaz de no soltar un sonoro gemido.

-¿Qué decías?- se burló separándose un poco de mis piernas al ver lo desesperada que estaba, y yo solo pude poner mis manos en su pelo para volver a conducirlo al lugar que había dejado tan vacío- ya veo.. la que decía que no quería..-Pedri volvió a lamer y está vez metió dos dedos de golpe en mi.

Los movimientos de sus dedos junto al trabajo de su boca me volvieron loca. Mis caderas se movieron de forma involuntaria para acompañarlo, me mordí el labio para no gritar su nombre, porque nuestro hijo seguía esperando en la cocina.  Y solo hicieron falta un par de estocadas más de sus dedos y una última lamida para que mi cuerpo empezara a tensarse.

Algo Inesperado I Pedri IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora