Un dolor extra :]

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Lore y angst meus pais😫


























Quackity estaba pensando en la decisión que Cucurucho le había dado, realmente quería que su hijo volviera. Pero el sabía que era uno u otro.

Suspiro mientras observaba con tristeza los dos anillos, en cada, uno  la letra de sus dos amados grabado en el centro.

Sabía que para tener a su niño de vuelta se tenía que entregar.

Se levantó de la cama suavemente para dirigirse al balcón de la habitación y apoyar sus brazos en este para mirar las pequeñas montañas alrededor, y el centro de Qsmp.

Decidió que era ahora o nunca.

Sabía que estaba entrando nuevamente en un terreno peligroso.

Pero estaba tan cansado de buscar a su niño y no encontrar nada... que haría lo que fuera para volver a verlo.

Daría su vida entera.

Y eso hará.

Se encaminó en el bosque lejano con montañas a su alrededor. Se sentó para esperar al oso blanco de sonrisa maniaca, aquel lugar era dónde, normalmente, encontraba a Cucurucho.

Después de estar un buen rato sentado porfín pudo escuchar unas pisadas pesadas, y los rastros de patas peludas blancas y almohadillas rosadas.

Cucurucho miró a Quackity desde arriba, sabiendo que lo estaba buscando a el, sacó un libro de su inventario y empezó a escribir. Para después arrojárselo al menor, esté agarrándolo para leer su contenido.

-Ya te decidiste?-

Quackity se paró del suelo, mirando a Cucurucho con determinación.

-Me prometes que mi niño regrese bien?-

-Talvez.-

El azabache tomó a Cucurucho de los hombros para preguntar con más seriedad.

-Jajaja-

Río el oso mirando la cara de enfado de su acompañante.

-Va. A. Regresar. Bien?. Responde. Mi. Puta. Pregunta. Culero.-

Habló con seriedad, cambiando a su Inglés para verse más temeroso.

-Sí.-

Finalmente respondió Cucurucho con "honestidad", el agarre de Quackity deshaciéndose.

-Esta bien... vamos a tu terrorista lugar.-

Habló Quackity bajando la mirada hacia sus anillos nuevamente, agarrándolos suavemente y dejarlos en paz.

-Sólo...cuándo me saquen... pónganme mis anillos de vuelta.-

Dijo el menor agarrando la mano peluda con almohadillas rosas suaves.

-Ok.-

Contestó Cucurucho para agarrar la maquinita que los llevaba a la área subterránea  del edificio de la federación. Entraron a la sala de Cucurucho nuevamente, el cuadro  mediano de la calavera quemándose aún seguía ahí.

Entraron a la sala especial, algo que le traía pésimos recuerdos a Quackity, haciendo que su cuerpo tuviera un pequeño escalofrío.

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