Un reencuentro, pero al mismo tiempo despedida. :]

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Avisos!!
•Angst
•Posible Gore
•sangre
•escenas explicitas (No contenido +18, pero referido a violencia)
•mala ortografía
•lenguaje inapropiado
•violencia sin consentimiento

||no autorizó que me funen||
||Disfruten :]||
(Psd: no sufran, yo también llore haciendo el cap.)




























































Quackity se sintió mareado, aún no venían por el para las pruebas de hoy, y eso lo confundía aún más.

Desesperadamente, cómo su cuerpo pudo dar energía, se tiró al piso, empezando a gatear en dirección a la supuesta "puerta" que se encontraba por ahí.

Hizo varios intentos de ver cómo podía abrir la puerta, fallando en todos. Se empezó a sentir sin esperanzas, sus intentos volviéndose más torpes al momento de rendirse.

Finalmente se rindió, se cuerpo colapsando a un lado de la "puerta" en cansancio y derrota.
Inclinó un poco si pie para quedar más cómodo, presionando un interruptor por accidente.

Empezó a escuchar cómo algo bastante pesado se abría, volteó a ver de dónde provenía aquel sonido, encontrándose con la puerta abierta.

Sus ojos brillaron con intensidad y esperanza, no sabía que impulsó le había dado, pero su cuerpo se mantuvo en pie. Empezando a caminar hacia la puerta para poder salir de ahí.

Corrió lo más que pudo al ver un letrero con la palabra "salida", sus piernas comenzando a arder.

Paró en seco al escuchar unas voces familiares, proviniendo de una puerta, una de madera. Pateó con furia la puerta, azotándola, haciendo que el sonido hiciera eco.

Sus ojos se abrieron cómo platos al ver lo qué había en la habitación, era su hijo y los demás huevitos. Con lágrimas cayendo de sus ojos se metió al cuarto con los niños.

Los ojitos de Richas empezaron a lagrimear, corrió en dirección hacía Quackity, aventándose en un abrazo.

—MAIII!!!!!—

Gritó su hijo felizmente, Quackity lo abrazo con  más fuerza, repartiendo besos en la cara de su hijo, sacándole algunas risitas.

Los demás huevitos se dirigieron hacía el mayor, abrazándolo con fuerza también , en algún punto Chayanne rodó los ojos. Uniéndose al abrazo con sinceridad y alegría, aunque no se notará.

—Mr.Smile! How did you find us?—
(Sr.Sonrisa! Cómo nos encontró?)

Habló la pequeña Tallulah con lágrimas en sus ojitos, el azabache quitó las lágrimas de sus mejillas suavemente, agarrando una mejilla de la menor con amor.

—I was planing of how to get out, but then i heard your voices!—
(Estaba planeando en cómo escapar, pero después escuche sus voces!)

Habló felizmente el menor, los niños mirándolo con preocupación.

—What did they did to you Mama?—
(Qué te hicieron Mami?)

Preguntó Richas, agarrando una de las manos de su madre suavemente, el hibrido de pato sonrió dolorosamente. Sólo eran niños después de todo, no merecían saber lo que estaba pasando a su corta edad.

—Thats not important my love, im okay. But how are you guys? Is everyone okay?—
(Eso no es importante mi amor, estoy bien. Pero cómo están ustedes? Todos están bien?)

Habló el menor mirando a todos los huevitos, solo sonrieron al ver la sinceridad de la preocupación del menor en su voz.

—Everyone is okay, thank you ^^—
(Todos están bien, gracias ^^)

Habló Pomme, aún abrazada del brazo de Quackity, este sólo pudo mirarlos con amor y cariño, solamente se siguieron abrazando.

Que triste que no duraría tanto ese bonito momento.

Se escuchó las pisadas pesadas atrás de Quackity, todos los niños empezando a temblar con miedo.

—Qué está haciendo aquí??—

Preguntó Cucurucho mirando fijamente a Quackity, un escalofrío recorrió su espalda.

—Cucurucho...—
—Porfavor, sígame.—

Cucurucho extendió su mano peluda y suave hacía Quackity, esté miro al piso sin esperanza, tomando la mano de Cucurucho.

—MAMA!—

Richas gritó, las lágrimas cayendo de sus mejillas violentamente.

—Richas... honey be good, take care between you guys, I Love you so much Richas... i'll be fine.—
(Richas... cariño se bueno, cuídense entre ustedes, te amo tanto Richas... estaré bien.)

Habló Quackity sonriendo, los ojos de Richas se abrieron como platos, empezando a sorberse los mocos.

— MAMA PLEASE!!—
(MAMÁ PORFAVOR!!)

—i love you...—
(Te amo...)

Y la puerta se cerró.

Cucurucho llevaba de la mano a Quackity para la sala de experimentos. El menor sin ánimos, ni rechistando se dejó llevar.

Lo sentaron nuevamente en la camilla,pidiendo que se acostara, el menor sólo obedeciendo.

Cucurucho tomó la pequeña navajita de cirujano, y unas pinzas. Volteó el cuerpo de Quackity, haciendo que mirara hacía abajo.

Levantó la bata de hospital, trazando sus afiladas garras por la espalda del menor, unas cuántas veces encajándolas dentro de la piel del menor.

Y empezó los cortes suaves pero profundos, restándole importancia la sangre que salía de cada corte, cada corte siendo más profundo que el anterior.

Dejó la navaja atrás, tomó las pinzas con suavidad y agarró un puñito pequeño de alas doradas, el menor reaccionó luego luego.

—NO, NO PLEASE DON'T!!!!!—

Empezó a gritar el menor con desesperación, pataleando y lanzando puñetazos inútiles.

Y pasó.

El puñito de alas fue arrancado de su piel, gritó tan fuerte que su garganta empezó a rasparle. Sus ojos lagrimeaban violentamente, mirando el puño de Cucurucho cubierto de sus alas en una sangre espesa. Su cuerpo se tensó más cuándo vio que la garra peluda se dirigía hacía su otra ala, se movió con desesperación, pero al estar encadenado no podía hacer nada.

Y otro puñito fue arrancado.

Sus lágrimas no bastaban para describir el dolor que todo su cuerpo estaba sintiendo. Sentía que perdía el balance de su cuerpo, y las cadenas eran removidas de sus muñecas, observando lo rojas que estaban de tanto tirar.
Las cadenas de sus pies también fueron retiradas, quedando igual de rojas que sus muñecas.

Nuevamente alguien lo llevo a su habitación, esta vez siendo un poco más considerados y dejándolo recostado en la cama. Sus ojos sin brillo observaban cómo el sujeto desconocido salía de su cuarto.

Su cuerpo dolía horriblemente no sabía si realmente podría seguir soportando esto. Se hizo bolita, cubriendo su cara con las sabanas y la colcha.

Se sentía tan estupido...
No podía ni siquiera proteger a los huevitos o a su niño.
Seguramente sus amados estarán buscándolo a el y a su huevito con desesperación y no encontrar nada.
Su cuerpo no era ni lo suficiente fuerte para envolverse a si mismo en un modo de protección.
Y no pudo defenderse de que arrebataran un puñado de sus hermosas alas doradas.

Con dolor comenzó a llorar nuevamente, se había vuelto su hobby favorito.

Los pensamientos lo consumieron tanto que cayó rendido, durmiendo profundamente sabiendo que mañana sería un día igual, o más pesado que el día de hoy.











:]

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