| • ° † 𝓔𝓵 𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓓𝓮𝓼𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪 † ° • | 𝐙𝐞𝐫𝐨𝐟𝐮𝐤𝐮

❞𝐕𝐢𝐞𝐣𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚❞

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❞𝐕𝐢𝐞𝐣𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚❞

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 2

Durante la comida tenía algo de miedo preguntarle a mi abuela que era aquel libro y el porqué lo tenía, aunque sin poder evitarlo, le pregunté sobre aquel libro, ella me miró algo sorprendida, quizás porque no se espero que yo pudiera encontrarme con el libro, aunque no creo que sea tan malo como parece, pero si es así no habría ningún problema con ello ya que no pasó nada desde que leí eso

—Era un Dios del Inframundo —comentó mi abuela mirando su plato —Dicen que el que lo invoca estará con él hasta el día en que él se lleve su alma —me miró —Si lo insultas o desobedeces sus reglas en ese mismo momento te lleva con él y no tendrás salida, será como estar muerto en vida, porque en el infierno no hay espatoria

—Ese “Dios” es sólo una leyenda ¿Verdad? No existe

—Muchos afirman que todavía sigue con vida, y que aún sigue cumpliendo deseos de personas que llegan a invocarlo pero hasta el momento no he escuchado a nadie que lo haya visto, supongo que al ser ya olvidado se fue perdiendo y ya ni siquiera ha de existir —sonrió y yo le devolví la sonrisa

—¿Cómo es que se hizo Dios de la desgracia?

—Dicen que era un joven muy apuesto, estaba enamorado de una joven que lamentablemente no le correspondía el simple hecho de ser un joven sin muchos recursos, el chico tenía muchos problemas y se metía a casas a robar para conseguir algo de dinero, su amada se enteró de ello y lo mando al demonio, hasta una noche que cometió una gran desgracia, le quitó la vida a la joven diciendo que si no era de él, no sería de nadie más, ahí por su acto le dió su alma a Ades y muchos afirman que esa misma noche, Ades le dió el poder de ser un Dios, desde entonces toda desgracia que sucede en el mundo se debe a ese Dios, pero tranquila, es sólo una leyenda —rió un poco

Si mi abuela me dice que es sólo una leyenda entonces le voy a creer, ella sabe todo, no por nada sabe muchas cosas de antes y es fantástico tener que escucharla hablar de muchas leyendas, que aunque no me dejen dormir por las noches, me encanta escucharla al igual que a mi madre. Terminando la comida, volví a la biblioteca en busca de ese libro, tenía pensado en llevármelo a casa, pues quería terminar de ver los dibujos que contenía este, además de seguir buscando alguna página donde pueda leer si es que encontraba una página con mi idioma, de lo contrario sólo vería los dibujos.

Me dió un pequeño escalofrío cuando mire el libro sobre el sillón, creí que se había caído antes de que pudiera irme de la biblioteca, pero al parecer creo que sólo fue mi imaginación, aunque estoy segura de que sí lo ví caer, bueno quizás sólo sean cosas mías y lo imaginé por estar algo nerviosa. Tomé el libro y lo deje sobre el escritorio que tenía ahí mi abuela, tomé mi libro favorito y lo leí una vez más perdiendome en la lectura, ignorando el tiempo que pasaba hasta que mi madre pudiera llamarme para irnos a casa.

Lamentablemente la hora se pasó demasiado rápido, y tuvimos que irnos antes de que el sol pudiera meterse ya que mañana yo tenía que ir a la preparatoria. Me despedí de mi abuela y prometí venir otro día ésta vez para que pudiera contarme más sobre ese dichoso Dios de la desgracia, además de que le pedí prestado el libro para poder ver las imágenes del Dios, a lo que accedió

—Puedes llevártelo, pero ten cuidado con ello

—Sí abue, lo tendré —sonreí

—Bien —me abrazó —Cuídate mucho cielo

—Tú también cuídate abue, vendré pronto

—Eso espero eh, y tendrás que estar conmigo y no en esa biblioteca

—Jeje no abuela, ésta vez me quedaré contigo

Ella sonrió acariciando mi pelo, y después de despedirme de ella corrí hasta el auto para seguir viendo el libro, me detuve en la página donde estaba ese Dios o demonio, con su bastón y sus alas algo maltratadas, no sé porque pero tengo la sensación de que la imagen puede observar me y en cualquier momento está cosa saldrá del libro y me llevará con él por haberlo invocado, aunque si lo hubiera hecho, él ya hubiera salido desde hace bastante tiempo en casa de mi abuela, pero al parecer no es real y mi miedo es el que me está haciendo una jugada pesada.