| • ° † 𝓔𝓵 𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓓𝓮𝓼𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪 † ° • | 𝐙𝐞𝐫𝐨𝐟𝐮𝐤𝐮

"Eʟ ᴅɪᴏs ᴅᴇ ʟᴀ ᴅᴇsɢʀᴀᴄɪᴀ ʏ ʟᴀ ᴅɪᴏsᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴘᴇʀᴠᴇʀsɪᴏ́ɴ ɢᴏʙᴇʀɴᴀɴᴅᴏ ᴊᴜɴᴛᴏs"

| • ° † 𝓔𝓵 𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓓𝓮𝓼𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪 † ° • |

"Eʟ ᴅɪᴏs ᴅᴇ ʟᴀ ᴅᴇsɢʀᴀᴄɪᴀ ʏ ʟᴀ ᴅɪᴏsᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴘᴇʀᴠᴇʀsɪᴏ́ɴ ɢᴏʙᴇʀɴᴀɴᴅᴏ ᴊᴜɴᴛᴏs ʏ ᴀᴍᴀ́ɴᴅᴏsᴇ ᴇᴛᴇʀɴᴀᴍᴇɴᴛᴇ"

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 50 ( 𝐹𝑖𝑛𝑎𝑙 )

Estará al lado de Zerofuku ha sido tan maravilloso que cada día que estoy con él, parece sacado de un maravilloso libro de hadas, por supuesto que no todo el tiempo hemos estado dentro del palacio, también hemos salido de este para recorrer el Inframundo y ver algunas almas siendo torturadas; en gran parte no sabía que tenía un lado que disfrutaba ver a los demás siendo torturados, pero me gustaba ver cómo mis almas sufrían al ser tocados y ver cómo se volvían locos por los demonios que los seducían, a veces quisiera hacerle ver a Zerofuku que lo deseo pero, sería demasiado penoso para mí.

—¿Lo estás disfrutando? —dijo Zerofuku atrás de mí dándome un abrazo

—Algo —dije poniéndome nerviosa

—Por algo eres la diosa de la perversión —soltó una risita —Disfrutras ver a tus almas excitarse por esos demonios —susurró en mi oído —Me pregunto si tú también te excitas con algo —beso mi cuello

Mordí mi labio al sentir su aliento sobre mi cuello, y me estremecí al sentir como depositaba un beso sobre mi cuello, era demasiado para mí sabiendo que lo estaba deseando demasiado, más ahora que ha mejorado desde que entramos al palacio, se había vuelto más fuerte y sus alas habían vuelto a la vida, eran más grandes que las mías y de un rojo intenso que lo hacía ver más atractivo, además de que cuando me hablaba con esa voz ronca hacia que me mojara las bragas y me volviera más juguetona.

—Tengo que admitir algo —susurró cerca de mi oído con su voz ronca —Me encanta como te ves con esos vestidos cortos, resaltan tus curvas y cuando caminas, es inevitable no fijar la vista en tu trasero —colocó sus manos en mi trasero el cual apretó

—Ah, Zerofuku —solté un gemido bajo

—No sé si es porque al ser la diosa de la perversión me haces algo, pero no puedo evitar desearte —mordió el lóbulo de mi oreja provocando que yo soltará un gemido ahora más audible que hizo que Zerofuku soltará un gruñido cerca de mi oído y sus manos siguieran sobre mi trasero

Zerofuku me tomo de la mano y me llevo hasta el palacio, en dónde subimos a nuestra recamara, ahí comenzó a besarme y a tocar mis piernas, las cuales puso alrededor de sus caderas y me llevo hasta la cama, en dónde me tumbó para quitarse su pantalón y acercarse a mí con esa sonrisa pícara que tanto me encantaba. Yo lo imite subiendo mi vestido revelando mi ropa interior de encaje, lo que hizo que Zerofuku gruñera y se colocará entre mis piernas mientras bajaba sus boxers revelando su erección, yo sólo lami mis labios sintiendo mi intimidad palpitar por la excitación y sentirla más mojada.

Él no perdió tiempo y se deshizo de mi ropa interior, me tomo ambas piernas y las alzó abriéndome de piernas, así fue penetrandome lento hasta que su miembro estuvo por completo dentro mío, algo que me hizo gemir tanto de dolor como de placer, sintiendo sus embestidas lentas que me brindaban oleadas de placer y dolor, pero mis gemidos no podían parar de salir por el placer, y eso hacia que Zerofuku hiciera sus embestidas más profundas y rápidas volviéndome loca del placer y solo pudiera apretar las sábanas de la cama dejando salir gemidos que se mezclaban con el chocar de nuestros cuerpos y los jadeos de Zerofuku.

Si me hubieran dicho que hacerlo así sería tan delicioso jamás lo hubiera creído, si me hubieran dicho que mi primera vez sería con un semidios del Inframundo, jamás les hubiera creído, mucho menos si me hubieran dicho que yo sería una diosa del Inframundo al lado de él, ni que él se hubiera convertido en mi esposo, pues afortunadamente estábamos planeando casarnos y, por supuesto, formar una familia, aunque aún no pensamos en los niños, de todos modos no había de que preocuparse, ya que soy yo quien decide cuando embarazarme por lo que puedo disfrutar de este momento sin ningún problema, y sin duda era genial gobernar al lado de, Zerofuku, El Dios De La Desgracia.