❞𝓓𝓲𝓼𝓬𝓾𝓵𝓹𝓪𝓼❞

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| • ° † 𝓔𝓵 𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓓𝓮𝓼𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪 † ° • |

❞𝓓𝓲𝓼𝓬𝓾𝓵𝓹𝓪𝓼❞

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 37




Hades me había llevado con él de regreso y me hizo pedirle disculpas de rodillas como si fuera el rey del universo, por supuesto que no lo hice porque él no era mi rey ni mucho menos mi adoración, no podía pedirle perdón de rodillas, si quería mis disculpas que al menos sea por medio de palabras, no de rodillas, debe de entender que no es alguien importante en mi vida como para pedirle perdón de rodillas, por lo que sólo me cruce de brazos negandome a hacer lo que me estaba pidiendo, le demostraré que yo también puedo mandar.

—¿Acaso estás buscando problemas, niña?

—No tengo porque hacerte caso a lo que me estás pidiendo, no eres mi Dios como para pedirte perdón de rodillas —me encogí de hombros

—Pero serás mi esposa y debes de hacer lo que te estoy diciendo, niña —su voz sonaba muy molesta

—No me importa si seré tu esposa, jamás te pediría perdón así, al único que le puedo pedir perdón así, es a mi único Dios y ese no eres tú —lo miré de arriba para abajo con desprecio

—Estas agotando mi paciencia, mocosa —se mostró más enojado

—No me importa, enojate todo lo que quieras, no me importa que estés estallando en rabia, me vale queso.

Por Dios, no podía creer que me estuviera enfrentando de este modo a Hades, sé lo peligroso que puede ser si le levanto la voz o si me pongo en su contra, pero jamás me había sentido tan bien al estar hablándole así a alguien, mucho menos sabiendo que ese alguien es el mismísimo Hades, aunque lo tiene merecido por haberle hecho tantas cosas a su propio hijo, sé que no debería de importarme lo que le haga con Zerofuku, pero no puedo evitarlo cuando siento algo por Zerofuku, no puedo ocultar lo que siento por él y haría cualquier cosa por defenderlo de su propio padre si así es necesario.

—Te vas arrepentir —me advirtió

—¿Ah sí?, ¿Qué harás?, ¿Me vas a encerrar en un calabozo como a Zerofuku?, quiero ver qué lo intentes —lo miré con molestia

—Oh no, no te voy a encerrar ahí, sería una pena que algo tan bello estuviera en un lugar tan oscuro como ese, por eso te voy a llevar a otro lugar mucho mejor —sonrió con perversidad

Lo admito, me estaba dando algo de miedo a dónde me pudiera llevar, pero supongo que me lo he merecido por la manera en cómo le he hablado, supongo que lo tengo merecido por no haberle hecho caso en lo que me estaba diciendo, pero en gran parte estaba hablando enserio, yo no le pediría perdón a alguien que no es mi Dios de rodillas, es por eso que debe de aprender a que no todos estarán obedeciendo sus órdenes.

—Bien, si me vas a llevar a dónde quiera que sea, házlo, no te tengo miedo.

—Y eso es lo que me gusta de tí, no le tienes miedo a nada, al menos eso es lo que dices y aparentas, pero sé muy bien que en el fondo te estás muriendo de miedo por saber a dónde te llevaré, pero no hay nada de que preocuparse, no llevaré a un lugar horrible como los que haz visto aquí, todo lo contrario, este lugar será más agradable por así decirlo, y ahí aprenderás a obedecer me, seré yo tu único Dios y aprenderás a adorar me aunque te niegues, poco a poco aprenderás a hacerlo.

Tenía razón, podía aparentar que no me importaba, que no me daba miedo a dónde me iba a llevar, pero por dentro me estaba muriendo de miedo pues no sabía que me esperaba una vez que estuviera ahí, quizás me sometería a muchas cosas que podrían incluso matarme si no cumplo con lo que me está pidiendo, y la verdad es que no quiero morir tan rápido, aún quiero vivir, no me importa si no es al lado de Zerofuku, pero necesito vivir al menos hasta mis 65 años o incluso más, pero no quiero morir aquí a manos de este tipo.

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