| • ° † 𝓔𝓵 𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓓𝓮𝓼𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪 † ° • | 𝐙𝐞𝐫𝐨𝐟𝐮𝐤𝐮

❞𝐓𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫❞

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❞𝐓𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫❞

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 42

Kevin me dió la oportunidad de irme con ________ por otro lado en lo que él se enfrentaba a mi padre, pero no podía dejarlo aquí solo con él, no podía permitir que comenzará a pelear con él solo, pero por más que le decía que no quería dejarlo solo, él me insistía en que debía de irme antes de que Hades me hiciera algo, o peor aún, antes de que Hades le hiciera algo a __________, por lo que sin dudarlo más, tomé la mano de __________ con más firmeza y salimos corriendo por otro pasillo, no sabía a dónde nos dirigiría, pero al menos íbamos a salir de ahí.

Por supuesto que no podía mantenerme tranquilo sabiendo que mi mejor amigo estaba allá peleando con mi padre, no me podía mantener tranquilo sabiendo que mi padre podría hacerle algo a Kevin, no quería dejarlo ahí solo, pero Kevin es tan necio que no me quedó de otra más que irme, pero pondría a __________ a salvó en algún lugar y volvería a dónde los había dejado para pelear al lado de Kevin, quizás así podríamos vencer tan fácilmente a mi padre, aunque estoy dudando de ello, ya que Hades es extremadamente fuerte y no hay Dios, semidios o demonios del Inframundo que le pueda ganar.

—¿A dónde crees que vas, Zerofuku?

Mi padre apareció enfrente de mí como si nada, no parecía haber peleado con Kevin, por lo que pensé que solo había dejado a Kevin en ese pasillo que parece nunca terminar, y para colmo, pensé en que él le había hecho algo malo porque no tardó ni dos minutos en aparecer enfrente de mí, y por supuesto que se veía tan molesto.

—Creí haberte dicho que ella es mía —señaló a _________ —ahora tienes que morir —atrás de él comenzó a salir fuego

—Y yo te he dicho que no dejaré que alguien como tú se quede con ella —lo miré molesto —¡Sí!, ¡Me enamore de ella!, ¡¿Y qué?! La voy a proteger de todos los que quieran hacerle daño, incluso de tí —lo señalé

Mi padre soltó una carcajada que sonó en todo el pasillo, haciendo temblar las paredes, incluso a nosotros dos. Se acercó a mí tomándome del cuello con fuerza haciendo que soltará la mano de _________ para llevar mis manos a la muñeca de Hades para que pudiera soltarme, pero me resultaba imposible, tenía mucha más fuerza que yo y me estaba quedando sin oxígeno.

—¡No!, ¡Déjalo ya! —dijo __________

—Oh, linda —mi padre la miro —¿Por qué tendría que dejar a este imbécil?, te quiso alejar de mí, soy tu esposo, ¿Acaso lo olvidaste, mi amor?

—No, no lo he olvidado, pero no quiero que lo lastimes, lo prometiste —lo miró frunciendo el ceño

—Puede que lo haya prometido, mi amor, pero él no cumplió con lo que prometió —sonrió ladino apretando más mi cuello, haciendo que me quejara más

—No, no lo hizo, fui yo quien le pidió que me sacará de aquí, no me gusta estar aquí, no quiero ser tu esposa, pero si estoy aquí es porque no quiero que le hagas daño a Zerofuku.

—¡Ay!, que linda —rió —Pero déjame decirte una cosa, no me importa si no me amas, no me importa si no quieres estar aquí, eres mi esposa y harás lo que yo te diga, ahora cállate y disfruta de como mando a tu apreciado Zerofuku a otro lugar lejos de aquí, dile adiós porque ya no lo volverás a ver —una carcajadas suya sonó por todo el lugar volviendo a temblar las paredes

—Al menos déjame despedirme de él —dijo con lágrimas en sus ojos

Hades me soltó haciendo que cayera al suelo mientras tocia. Ella se acercó a mí rápido tomando mi cabeza con sus manos para ponerla sobre su regazo, acaricio mi cabello mirándome con sus ojos llorosos, sus mejillas estaban empañadas de lágrimas y su voz se quebraba con cada palabra que decía, su llanto no le permitía hablar, algo que me hizo sonreír un poco, verla así había sido tan lindo, ver que se preocupaba por mí llenaba mi corazón de alegría, lamentablemente ya no tendría la oportunidad de verla una vez más.