| • ° † 𝓔𝓵 𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓓𝓮𝓼𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪 † ° • | 𝐙𝐞𝐫𝐨𝐟𝐮𝐤𝐮

❞𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚: 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞 𝐜𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝❞

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❞𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚: 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞 𝐜𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝❞

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 6

No me podía creer lo que estaba viendo; había presenciado un accidente automovilístico que si papá no hubiera frenado el choque nos hubiera tocado a nosotros, tanto mamá como yo estábamos algo preocupadas y sobretodo asustadas, lamentablemente las personas que iban en ese auto había muerto, y me daba algo de pena saber que incluso el bebé que iba ahí había muerto, pero lo que más me dejaba preocupada es que esto fue lo que me había dicho esa extraña voz anoche.

“Si aún no crees en mí, tan sólo espera a mañana y verás lo que puedo hacer”

Simplemente había ignorado aquello porque estaba segura que había sido simplemente producto de mi imaginación por estarme quedando ya dormida, y ahora que estoy viendo esto no quiero creer que sea lo que me dijo esa voz, quiero creer que esto fue simple casualidad y que si hubiéramos salido minutos antes ese choque nos hubiera tocado a nosotros, por suerte no fue así, pero desgraciadamente esa familia había muerto, algo que no se merecían.

—¿Aún quieres pruebas de que soy real? —dijo esa voz

No es real, porque si fuera así, ya se hubiera dejado ver desde hace bastante tiempo y solamente me está hablando que solamente yo puedo escuchar por desgracia, por lo que sigo pensando que no es realidad lo que esa voz me está diciendo, y que por supuesto ese supuesto “Dios” no es real.

—Todavía no es momento de mostrarme preciosa.

Dios ya házlo callar, no soporto escuchar su voz en todo momento, no puedo responderle porque pensaran que estoy loca y no quiero responderle porque se que esa madre no existe para nada. Cuando llegamos a mi preparatoria me despedí de mis padres y les desee un buen viaje, esperando que pudieran llegar bien a su trabajo.

—Yo los cuidaré —rió la voz —A cambio de que cuando me presenté contigo hagas todo lo que te diga, ¿De acuerdo?

No puedo creer lo que esté por hacer, pero simplemente agaché la cabeza asintiendo tratando de que mis padres no me vieran, y en cuanto se fueron me quedé nerviosa, no sé si esa cosa vaya a cumplir lo que me ha dicho, de lo contrario buscaré la manera de mandarlo al demonio otra vez. Entre al salón buscando mi salón, sólo que alguien más me encontró a mí, así es, Hellen.

—Hola esposa mía —me abrazo —Oye, ¿Que paso ayer con el libro?, ¿Lo pudiste encontrar?

—No, acuérdate que te dije que mamá se lo dió a mi abuela.

—Ah cierto, ¿Podemos ir a la casa de tu abuela por el libro?, Me interesa.

—Jaja no, después de mis pesadillas mamá le dijo a mi abuela que ya no me diera el libro y lo escondió dónde no puedo tener acceso.

—No jodas, dile que es para mí.

—Quisiera, pero sabes cómo es mi abuela, la biblioteca era de mi abuelo y después de su muerte sólo me da el paso a mí porque dice que soy igual a él, de amante a la lectura.

—Que amargada, bueno lo buscaré yo, ¿Cómo dices que se llama?

—No tenía nombre.

—Puta madre Emiliano —hizo puchero —No pues ya valió madres, a clases.

Sonreí un poco yéndome con ella hasta clases, sabía que no era bueno mentirle a mi mejor amiga, pero tenía algo de miedo de que esa cosa pudiera hacerle algo a mi mejor amiga, ya ví de lo que es capaz y no pienso arriesgarme tanto dándole el libro, además de que esa cosa no estará del todo feliz al saber que se lo preste, pues ni siquiera me dió el permiso de mostrárselo, por lo que es mejor fingir que ya no existe, hasta que esa cosa al fin se digne en mostrarse.

Me pregunto porqué no se deja mostrar cómo esa noche, ya estoy creyendo que ya no son simples sueños y que todo es producto de mi imaginación, pues lo que pasó hoy me da muchas cosas de que pensar, y una de ellas es que ese demonio o Dios sí o sí está a mi lado las 24 horas del día, hasta cuando duermo y en mis sueños también porque anoche lo tuve presente en mis sueños, lo bueno es que no fue una pesadilla, de lo contrario me hubiera ido a dormir con mis padres como cuando era niña.