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"Sᴇɴsᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴇxᴛʀᴀɴ̃ᴀ"

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"Sᴇɴsᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴇxᴛʀᴀɴ̃ᴀ"

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 5

Durante todo el día me sentía tan extraña que no sabía que demonios me estaba pasando, además de que tenía miedo por volver a escuchar a esa voz, lo peor es que sólo yo podía escucharla y no me gustaba esa horrible sensación, por lo que estoy pensando seriamente en devolverle el libro a mi abuela antes de que me vuelva loca

—Muéstrame el libro —dijo Hellen en cuanto llegamos a mi casa

Subimos rápido a mi habitación donde había dejado el libro, aunque me quedé sorprendida al ver que ya no estaba en dónde lo había dejado, pensé que mi madre lo había puesto en algún otro lugar pero por más que lo estuve buscando, no lo pude encontrar por ningún lado, seguramente se lo devolvió a mi abuela y ya no hay oportunidad ahora de que Hellen lo pueda ver

—No lo busques mocosa, sólo tú puedes tenerlo ahora —esa voz de nuevo

—Ehmm... Supongo que mamá se lo devolvió a mi abuela porque le dije que se lo iba a devolver, no me acordé de ello, lo siento —reí nerviosa

—Lastima, quería ver si el demonio era guapo

—Claro que lo soy y sólo por eso, tu amiga se ganará lo que quiere —estúpida voz deja de sonar en mi cabeza

—¡Oh mira! —exclamó Hellen mirando su celular —¡Gané la rifa de mi primo!, Tengo que ir por ese celular, nos vemos preciosa

Quedé totalmente atónita por lo que había pasado, ¿Enserio había ganado una rifa?, No me creía que Hellen se haya ganado un celular, aunque esto es simple suerte, no creo que ese estúpido demonio o Dios lo haya hecho en realidad, mi madre me dijo que todo lo que había visto anoche era un simple sueño, nada es real, todo está en mi mente y eso de Hellen es pura suerte, vaya yo quisiera esa suerte también pero con Kiro, al menos hoy me noto después de tantos días de estar fijandome en él, al fin me ha notado y eso me llena de emoción.

Salí de mis pensamientos cuando mire el libro caer de mi mueble donde tenía algunos otros libros, este se había abierto donde estaba de nuevo esa chica ahora con el demonio de frente, rápido lo cerré creyendo que era de nuevo una pesadilla o que todo era producto de mi imaginación, que jamás tome ese libro y que aún estoy en mi cama teniendo la pesadilla, dándome el aviso de que no tome este libro en cuanto llegue a la casa de mi abuela por la mañana, por lo que rápido corrí a mi cama poniéndome boca abajo cerrando con fuerza mis ojos.

Aunque por más que estuviera así intentando creerme que todo era un sueño no podía lograr despertar de esta pesadilla, y de nuevo esa sensación extraña de que alguien estuviera observandome volvió, sólo que está vez sentía que alguien estaba a un lado mío, oh Dios bendito jamás te he pedido nada pero ayúdame, jamás había sentido tanto miedo en mi vida, me gusta lo paranormal pero nunca en mi puta vida había presenciado algo así y creí que estas cosas no existían, ahora estoy pensando seriamente en que alguien me había embrujado y que necesitaba una limpia para liberarme de esta fea sensación.

Sé que mi madre no me va a creer porque ella es de esas personas que no cree en estás cosas de lo paranormal, dice que la gente lo inventa todo sólo para ganar vistas en sus redes sociales o sólo porque quieren llamar la atención con estas cosas, que incluso los ayudan algunos amigos para que la cosa se vea más creíble, pero por mi gato que está baina no es ninguna broma, realmente me siento observada desde esta mañana y lo peor es que aquí no hay nadie que pueda hacerme pensar que me están observando, y no quiero abrir los ojos por miedo de encontrarme con algo horrible.

Afortunadamente la sensación terminó en unos pocos minutos cuando escuché a mi madre llamarme y decirme que ya había llegado del trabajo, rápido corrí hasta donde estaba ella para darle un abrazo que me correspondio estando algo confundida

—¿Amor que sucede? —acarició mi pelo

—Nada sólo... Tuve una pesadilla

—¿Otra vez?, Ya te dije que no leas libros así te hacen tender pesadillas

—Lo siento, ya no lo haré

—Bien, ve a lavarte las manos que vamos a comer, traje pollo frito —sonrió mostrando la bolsa

—¡Yei!

Cómo una niña pequeña corrí hasta el baño principal para lavarme las manos olvidando un poco lo que había pasado en mi habitación, espero que esa madre no se vuelva a repetir porque casi me saca un riñón por la boca.