| • ° † 𝓔𝓵 𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓓𝓮𝓼𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪 † ° • | 𝐙𝐞𝐫𝐨𝐟𝐮𝐤𝐮

❞𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝❞

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❞𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝❞

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 46

Estuve buscando algún libro que pudiera ayudarme para invocar a Kevin, pero ninguno me decía nada, todos los que tenía mi abuela eran de romance y algunos de terror, pero ninguno de ellos me daba lo que estaba buscando, y el libro de Zerofuku ya no lo puedo encontrar, ¿Será que desapareció como él lo hizo?, oh diablos no, ¡¿Cómo podré invocar a Kevin para que me dé respuestas?! No quiero quedarme así por el resto de mi vida, quiero saber al menos como llegué aquí.

—¡Maldita sea, Kevin! —aventé un libro hasta los demás haciendo que varios se cayeran —Ugh —me levanté para recogerlos, aunque me sorprendí al ver el libro de Zerofuku —¡Aquí está!

Emocionada tomé el libro y me dirigí al sofá individual de la biblioteca para abrirlo, pero mi sonrisa se borró al ver que sus páginas estaban en blanco, no había nada en él, entonces ¿Que estaba haciendo ahí?, ¿Será que los dibujos desaparecieron solamente quedando las hojas en blanco?, Dios, ¿Qué voy hacer ahora?

—Cálmate, ¿Quieres?

Escuché atrás de mí dándome un buen susto, yo conocía esa voz y sin duda era Kevin, por lo que rápido me di la vuelta para verlo, ahí estaba cruzado de brazos y su expresión seria, no sabía el porqué me estaba mirando así, pero no sabía cuánta alegría me daba de verlo, por lo que rápido corrí hasta él para darle un abrazo, que él por supuesto me correspondio.

—Oye, no tienes que preocuparte por nada —dijo acariciando mi pelo —No te preocupes por Zerofuku, él está bien.

—¿Eh?, ¿Cómo sabes que está bien?, ¿Qué demonios paso?

—Voy a responder a todas tus preguntas, pero necesito que te calmes, ¿Okey?

Yo asentí con la cabeza mientras me sentaba en el suelo para escucharlo, él se sentó a mi lado mientras me decía que en cuanto me trajo a mi habitación, Hades había estado muy molesto, y que intento muchas veces borrarme la memoria como lo había hecho Zerofuku, pero al ver que nada resultaba, se rindió y me dejó en paz, por ende, ya no era la esposa de Hades; eso sin duda me ponía feliz, aunque no sabía el porqué me dijo que Zerofuku estaba bien.

Kevin, continuó diciéndome que Hades al ver que yo no podía olvidar a Zerofuku decidió darle otra oportunidad, pero ya no podía acercarse a mí ni a nadie más, le dió una tarea en el Inframundo como el de un demonio, torturando almas día y noche, era por ello que su libro tenía las páginas en blanco, pues no podría ser invocado, y en lugar de Zerofuku, estaría Kevin, pues era el único de todos que no involucraba sentimientos con los humanos, a menos de que realmente les agrade y los considere solo un amigo, como a mí.

—Entonces, Zerofuku está vivo —dije con lágrimas en mis ojos —Zerofuku sobrevivió —comencé a llorar

—Sí, está bien, pero lamentablemente él no puede recordarte.

—¿Qué?

Eso me había caído como un balde de agua fría, ¡¿Cómo era posible que no pudiera acordarse de mí?! No comprendo porqué él no puede acordarse de mí y yo sí puedo acordarme de él, no puedo comprender las cosas y necesito que me explique esto.

—No puede recordarte porque cuando Hades le dió la oportunidad de volver a la vida, lo hizo como cuando comenzó su trabajo en el Inframundo, le borró todo lo que vivió después de que le dió el privilegio de venir a la tierra y servirle a los humanos, es por ello que no recuerda de nada de aquí, ni de como te conoció.

Negué con la cabeza varias veces sin poder creer que Zerofuku no sea capaz de recordarme, no puedo creer que Hades haya sido capaz de volverle la vida pero borrándole sus recuerdos, no quería que me olvidará, no quería que olvidará nuestro primer beso, ni mucho menos que pudiera olvidar todo lo que pasamos juntos, ésta vez no puedo hacer nada para que él pueda recuperar la memoria, pues por más que lo intente, nada funcionará y él seguirá siendo el de antes, tendré que resignarme a que ya no podré verlo, nunca.