Don't forget me. [+18]

[Prefacio]

No sé nada sobre Lyra, solo se que no debo de asociarme con nada que este relacionado con ella.

Se que su padre Sirius Black, decidió sacarla de su escondite desde que sobrevivió ante el duelo en contra de su prima Bellatrix Lestrange.

Nadie sabía sobre la existencia de esa mujer, ni siquiera Harry Potter. Pero parece que encaja perfecto en este lugar.

Su escencia queda marcada ante cualquier cosa tocada por ella, puedo sentirla en todos lados, como una maldición que se impregna en mi pecho.

Se que estudiaba en Beauxbatons, lejos de Gran Bretaña, lejos de Hogwarts y la guerra de mi padre, mala suerte para ella el ser traída por Sirius Black, supongo.

Aún a pesar de que Lyra Black encaja en este mundo, las cosas no parecen encajar desde que ella llegó, no puedo comprender como es que sus ojos azules parecen hipnotizar a cualquiera que la mire apenas unos cuantos segundos. Pero también se que no es posible, como una mujer tan llena de oscuridad, terminó siendo seleccionada para la casa de Gryffindor.

Se que magos oscuros han pisado esa casa, mi padre los ha recibido con los brazos abiertos. Pero ella es diferente, ella no encaja con todos ellos, sus ojos no combinan con el color escarlata y dorado.

Cómo lo dije, no se nada sobre ella.

Solo se que me gustaría saber más, saber que secretos esconde, conocer hasta la cosa más insignificante de ella.

Se que la detesto, y se que ella me detesta.

Y también se, que la sangre me hierve cuando Harry Potter la hace sonreír.

Todo estaba perfecto cuando Lyra Black no existía en mi vida, pero ella llegó para arruinar por completo mi monótona vida.

Dicen que del amor al odio hay un paso, pero con Lyra, no se necesitó más que una sola mirada para que mi mente comenzara a odiarla.

Pero aún así, aún odiandola, se que la deseo. Se que quiero probarla, porque es indebido, es incorrecto, porque para ambos, está prohibido tan siquiera mirarnos sin ese odio que parece consumirnos.

Se que si la toco, nada podrá detenerme.

Pero también, se que si entro a su vida, la única salida para Lyra, sería la muerte.

Sería una lástima perder de esa manera a una mujer como lo es ella, tan exquisita, tan hermosa, y tan prohibida. La única hija de Sirius Black siendo consumida por el hijo de puta de Mattheo Riddle.

Lo único que se interpone entre nosotros, además de ese extraño odio que parece no irse aún deseandonos, es Harry Potter.

Porque no soy el único que quiere adueñarse de cada parte de Lyra Black, Harry Potter parece aferrarse a ser el ganador en este retorcido juego.

¿Lo qué más me aira? 

Es que Lyra Black no quiere decidir. Nos quiere a los dos.

Y yo no voy a permitir mierdas como estas.

Soy capaz de arriesgarlo todo para no permitir que Harry Potter la toque, y eso destruiría mi reputación, la reputación de mi padre.

Decepcionar a Lord Voldemort, es sentenciar tu propia muerte, pero parece valer la pena si antes de eso, pruebo los labios de esa mujer que hace desconocerme en el reflejo del espejo.

En fin, Lyra Black está a punto de crear otra guerra por culpa suya, absoluta y completamente suya.