Sirius Black sigue vivo, y después de haber sobrevivido ante el ataque en el ministerio, decide traer de regreso a su única hija.
Lyra Black se crió en un orfanato, lejos de su madre, y teniendo la certeza de que su padre se encontraba en prisión...
"¿A dónde te has ido? Estoy envejeciendo y necesito a alguien en quien confiar. Así que dime cuando me dejaras entrar, me estoy cansando y necesito un lugar donde comenzar. Y si tienes un minuto, ¿por qué no vamos y hablamos en un sitio que solo nosotros conozcamos? Este podría ser el final de todo.
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Maratón 1/4
1997, [The beginning of everything]
Lyra Black.
Se sentía acorralada.
Ella sentía su corazón doler.
No podía respirar.
—¿Dónde está mi papá? —preguntó Lyra, observando el acta de matrimonio frente a ella.
La señora Malfoy no podía ocultar su satisfacción en esas sonrisas siniestras que le daba sin remordimiento; ella no podía tomar la pluma, no podía mirar de regreso a Draco sabiendo que su firma se encontraba plasmada en el pergamino.
—No vendrá —respondió su madre frente a ella, sentada justo en el otro extremo de la mesa, observándola con suficiencia —, Dejó una nota.
Lyra aguantó su respiración, encontró la nota de pergamino aparecer a su lado, con la letra de su padre escrita en el; ella volvió a mirar a su madre antes de tomar la nota y leerla.
Se veía completamente diferente, con su cabello dividido en dos colores: platinado y negro azabache, sus orbes con heterocromía que destacaban en su mirada fulminante: grises y un color miel claro en el otro ojo.
Era incómodo para ella observar a su madre, su nueva y verdadera apariencia, sabiendo muy en el fondo, que Lyra era muy similar a Alessia.
La mirada, la sonrisa... el cabello. Aún cuando tenían ciertas diferencias, habían similitudes que las unían, que les recordaba a ambas que la sangre las unía.
No podía decir lo mismo de Isabella.
Recordando su rostro y descubriendo en lo absoluto ninguna similitud que fuera una bofetada de realidad para Lyra; no había parecido, no había nada.
La nueva y real apariencia de su madre no le recordaba esa imagen falsa que usó por años, no podía ver a Isabelle White en su apariencia, pero si en su carácter.