Where do I go with nowhere to turn to?
Aquel príncipe arriesgó todo, solo para volver al principio. Kang Taehyun, primogénito del Rey y dueño de los siete mares, estaba de vuelta a la orilla donde comenzó todo y donde no esperó que se acabaría. Se s...
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Taehyun estaba con la mirada baja, viendo como sus hermanitas lo veían con preocupación y él solo intentaba sonreírles para que no lloraran. Su padre lo estaba regañando por haber escapado de la fiesta y también por subir a la superficie habiendo un barco.
— Sabes perfectamente que esto te traerá consecuencias hijo — el Rey Kang Minhyuk lo miraba furioso — . Solo me desobedeces y no me haces caso. Te gusta dejarme en vergüenza.
— Lo siento padre — seguía pidiendo disculpas — , solo quería ver- — mordió su labio.
— He sido flexible contigo hijo, pero sigues sin hacerme caso — seguía hablando seriamente — . No sabes de los peligros qué hay en el océano y fuera de él hay muchos más.
— Pero papá.
— ¡No! — habló fuertemente asustando incluso a los soldados — . Choi Soobin y Choi Yeonjun — llamó a sus sirvientes, los que cuidaban a su hijo.
Ambos nadaron a toda prisa al ser llamados, haciendo una reverencia a su Rey. Después con disimuló miraron al príncipe quién se veía algo decaído cosa que los hacía sentir mal porque en la noche los había llamado para contarles sobre un chico que Tae había conocido.
— Les ordeno escoltarme al lugar donde mi hijo guardo cosas humanas — los dos sirvientes se miraron preocupados, Tae miró a su padre horrorizado ¿cómo sabía el acerca de eso? — , más les vale que me lleven o si no, serán gravemente castigados. Es un asunto que implica la seguridad de mi hijo y del reino.
— ¡No, padre! — pidió Tae — . Por favor, no lo hagan, Yeonjun, Soobin, se los suplico, por favor — nado hacía los dos chicos.
— ¡Es una orden! — demandó el Rey levantándose de su trono.
— Sí, majestad — respondieron ambos chicos a pesar de no querer llevarlo.
El corazón de Tae se rompió al ver como sus amigos llevaban a su padre a su escondite, por más que intentó nadar para que su padre no llegara fue en vano porque intentó interferir cubriendo la entrada con su cuerpo.
— Yeonjun — llamó el Rey molesto — detén a mi hijo, que no entre al lugar.
El guardia solo pudo asentir con dolor y no tuvo otra opción más que tomar a Tae le los brazos para que no pudiera moverse.
— Perdón Tae — decía Yeonjun, no podía desobedecer pero ver a Tae así le partía el corazón.
La manera en la que el menor le pedía que lo soltará les desgarraba los corazones de ambos chicos, pero no podían desobedecer a su Rey.
— ¡Papá! ¡No, por favor! — pedía con dolor, intentando zafarse del agarre de Yeonjun — . Por favor...Yeonjun, suéltame, déjame detener a mi padre — vió el momento en que su padre entró — . ¡Por favor!
— No-no puedo — intentaba no mirarlo.
Soobin solo veía con dolor la escena, no podía hacer nada para detener al Rey y tampoco para ayudar a Tae porque había dos guardias más.
