Ink es complicado

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Dream y Blueberry estaban en la casa del primer mencionado haciendo tarea, el peliceleste miraba al rubio dudando si preguntar lo que tanto intriga le causaba.

-Blue, tan solo pregúntame lo que quieras preguntar, no le des tantas vueltas- Dream levantó la mirada viendolo serio, lo conocía bastante bien. Eso y que sentía la mirada de él desde hace rato.

-Bueno, yo...- No sabía cómo formularla- ¿Qué pasó entre tú e Ink?- Escuchó cómo su amigo suspiraba.

-Simplemente me cansé, no voy a estar detrás de él para ser su amigo.

-¿Detrás de él?

-Si, no me digas que no te diste cuenta- Lo miró como si fuera obvio- Nunca se junta con nosotros, siempre inventa excusas para no salir y solo nos habla en el colegio.

-Bueno, Ink es algo complicado- sonrió forzosamente- Quizás está ocupado.

-¿Incluso en vacaciones?- Preguntó sarcásticamente- Solo habla en el grupo del colegio para resolver dudas o recordar algunas cosas, pero mi chat con él está vacío y estoy muy seguro que el de ustedes también- El contrario solo apartó la mirada- Y si, Ink es muy complicado, está obsesionado con ser perfecto, tanto que incluso no le importa mentirle a los demás y a nosotros, el viernes me dijo que tenía que dar clases a alguien y que por eso no podía salir con nosotros, al único al que se las da dijo que no era verdad y que recién empieza el ciclo escolar como para pedirlas. Yo no pienso seguir creyéndole cada cosa que nos dice, si no quiere juntarse con nosotros está bien, pero que, por lo menos a mí, no me busque- Y así dió por finalizada la charla.

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Ink estaba en su habitación, había terminado de hacer su tarea y se había recostado en su escritorio cansado. No entendía nada de lo que había pasado en la mañana, el actuar de Dream, lo sucedido en los baños y como Error lo consoló y apoyó. Se imaginaba la cara de Error preocupada o molesta con los chicos, ahora que pensaba tan detenidamente en él si que era alguien lindo. Sentía como su rostro ardía, sin duda estaba rojo.

Agarró su celular y buscó su contacto en el grupo de su curso, no tenía foto de perfil, lo más seguro era porque no lo tenía agendado. Suspiró triste. Podría buscarlo en otras redes sociales, pero él no tenía.

Le encantaría poder hablarle, había demostrado ser una buena persona, pero sabía que no podía.

-Ink, siéntate derecho- Su madre lo tomo por los hombros enderezandolo- ¿En qué tanto piensas, cariño?- Ink pegó un salto asustado

-¿Cuándo llegaste?- Preguntó luego de calmarse.

-Hace unos minutos, te hablé pero no contestabas- Respondio- Ahora... ¿En qué o en quién piensas?

-En nadie- Respondió nervioso mientras se paraba.

-Ink, cariño, tu sabes que no me molesta si te interesa alguien- Acarició la mejilla del menor suavemente- No me molesta siempre y cuando tus notas no bajen- Las empezó a apretar juguetonamente- Además, es tiempo de que una linda chica llame tu atención, es la edad.

-Mama, no estaba pensando en nadie, solo descansaba- Contestó decaído, él no estaba pensando en una chica y eso le hacía sentir culpable.

-...- Su madre no le había creído, pero lo dejaría pasar por el momento- Bueno, si eso dices- Lo soltó y fue caminando hacia la puerta- Haré la merienda.

-Está bien- Le sonrió y su madre se marchó de su habitación.

Camino hasta su cama y se dejó caer sobre ella, suspiró agotado. A él no le gustaba Error ni mucho menos le interesa de esa forma, solo penso eso de él porque lo ayudo y quería ser su amigo. Es más, ni siquiera es tan lindo, fue algo del momento idealizandolo por su ayuda. Ayuda que no hubiera recibido de no estar allí.

Estaba enojado con él mismo, siempre huyendo al baño del colegio y nunca afrontando la situación. Podría hablar con Dream para aclarar todo, pero es un cobarde y no se atreve ni a acercarse por miedo a la respuesta. Aún si, debía de hacerlo, los rumores corren rápido y no daría una buena imagen de él que sus dos "mejores amigos" se hayan alejado. Eso y también que eran la única compañía que tenía, a pesar de no estar siempre juntos lo ayudaban a no sentirse solo del todo, les tenía cariño.

Apenas iban por la segunda semana de clases e Ink ya deseaba que terminarán. Quería devuelta las vacaciones, dónde no tenía que ver el rostro de tantas personas y tener que estar pendiente de no cometer errores. Porque si, sentia que todos estaban al acecho de él por ver cómo su tan preciada máscara que construyó y moldeo durante años se quiebre o caiga. Así podrían apreciar al Ink verdadero, uno inútil, inseguro de si mismo, uno carente de valor, un cobarde. Todos se decepcionarían y se alejarían de él viendolo con lástima o lo molestarían por lo patético que es.

Obviamente está sobre pensando las cosas, pero vamos, ¿Qué esperan de un chico de tan solo 16 años que estuvo toda su vida siendo la sombra de su hermano intentado esforzarse siempre por enorgullecer a sus padres y una vez que tuvo la atención de ellos solo le ponen más presión como si no fuera suficiente?

Su autoestima estaba por lo suelos, y la ansiedad que cargaba consigo mismo era difícil de llevar, las náuseas eran constantes, vivía escondido en los baños del colegio por miedo a qué lo vean como realmente es o para estar solo y tranquilo aunque sea por dos segundos. Uno diría que con lo sudedido en la mañana dejaría de ir. Pero de todas formas él seguiría frecuentandolo lamentablemente. Y por más que suene raro, podía vivir con las náuseas que siempre tenía.

Otro caso diferente era con las pesadillas, llorar todas las noches no le hacía bien, su situación en si no lo hacía y eso se demostraba en sus sueños, dónde se equivocaba y todos a su alrededor se reían o enojaban, las parálisis del sueño, las olas que constantemente lo ahogaban, entre otros. En las vacaciones es algo soportable, no pasa con frecuencia y descansa bien dentro de todo, pero cuando empieza el ciclo escolar y todo la responsabilidad que conlleva aparece, sumado con la presión de su madre, se volvía demasiado difícil descansar bien. Eso también provocaba que durmiera poco o tuviera miedo de siquiera hacerlo.

La vida de Ink era bastante complicada, aunque él intentaba consolarse a si mismo diciendose que habían personas que la pasaban peor y que debía de estar agradecido de estar en su lugar.

-¡Ink, ¿Vendrás a merendar?!- Su madre gritó desde el primer piso, llevaba esperando a su hijo durante 5 minutos.

-¡Si, ahora bajo!- Suspiró y se levantó para abandonar su habitación.

Bitter choco decoration || ErrorinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora