Galletas

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Ink se encontraba solo en su casa, lo cual aprovechó para preparar unas galletas de chocolate para Error. Se las daría en la mañana, lo que sería menos vergonzoso al no estar a los ojos de sus demás compañeros, y saldaría parte de su deuda. Tenía los ingredientes arriba de la mesada de la cocina y, a su vez, también una libreta que contenía la receta. Él era bastante olvidadizo a veces, por lo que solía anotar algunas cosas para no olvidarselas.

-Listo, ya tengo la masa- Sonrió orgulloso.

La puerta principal se escuchó. Unos pasos se oyeron hasta terminar en la misma habitación que él. Su madre había llegado.

-Hola Ink, ¿Qué estás haciendo?- Preguntó en un tono cansado por el trabajo.

Ink se sorprendió de que no le llamara la atención por el desorden.

-Hola madre, estoy preparando galletas de chocolate- Contestó- Son para... Un compañero.

-¿Quién?- La mujer frunció el ceño, había notado el leve titubeó en su hijo.

-D-Dream- Sonrió.

La mayor estaba demasiado cansada, por esta vez decidió no indagar mucho. Ink suspiró aliviado y continúo con la receta. Su madre se había sentado con él y lo veía trabajar.

-Debes de limpiar este desastre- Comentó- Tu padre vendrá a la tarde a merendar con nosotros.

-Si- Contestó-...¿Por qué viene tan seguido? Acaso... ¿Volvieron a estar juntos?

-¿Te gustaría eso?- La mujer sonrió enternecida, malinterpretó a Ink por completo- No lo somos... Por ahora.

-¿Lo sigues amando?- Ink estaba preocupado.

-Nunca lo deje de amar- Confesó y al ver el rostro de su hijo pensó que no entendía lo que sentía. Ink solo la miraba así porque no le gustaba la idea de que sus padres volviera a estar juntos- Ya encontrarás a una mujer que te enamore, cuando lo hagas entenderás lo que siento por tu padre.

-Claro...- Contestó no muy convencido.

Escuchar a su madre decir que encontraría a una mujer le hizo sentir incómodo, no lo entendía, simplemente las mujeres no le llamaban la atención, pero quizás era porque nunca había interactuado con una con intenciones románticas. ¿O quizás era por...? No, eso no era posible. Ink sabía la respuesta, dudar solo haría que las cosas empeoren.

-Te dejo, iré a bañarme y prepararme- Comentó levantándose- Limpia esto- Volvió a ordenar.

-Si, madre.

Mientras las galletas se terminaban de hacer, Ink limpiaba todo el desorden. Luego fue a su habitación a buscar ropa para bañarse. Haría todo temprano así a la noche podría intentar dormir más, aunque ya se había rendido un poco en eso de dormir las horas adecuadas. Quizás por eso no había crecido tanto en altura, aunque solo era una tonta excusa que se hacía a si mismo para autoconvencerse de que él hubiera sido mas alto en otras circunstancias.

Cuando terminó de prepararse, bajó a verificar el estado de las galletas. Al ver que ya estaban listas, las sacó del horno y las dejó enfriar. Volvió a subir a su habitación y se dispuso a ordenarla. No le tomó mucho tiempo, su madre siempre le obligaba a hacerlo aunque está ya estuviera limpia, por lo que mucho no había por hacer.

También hizo una caja y la decoró para guardar las galletas allí. Escuchó el timbre de la puerta y a su madre llamarlo para que abriera. Así que suspirando hizo caso y bajó a recibir al invitado no deseado por él

-Hola- Saludo al hombre sin muchos ánimos.

-¡Ink, hijo! Dame un abrazo- El hombre se acercó- Te tengo una sorpresa- Sonrió enormemente- ¡Tu madre me invitó a quedarme a dormir!

Bitter choco decoration || ErrorinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora