-¿Ink, te encuentras bien?- Abrió los ojos lentamente y observó cómo su hermano lo miraba con preocupación- ¿Volvieron a hacerlo?- A pesar de saber la respuesta se atrevió a preguntar en un susurro.
Con cuidado cerro la puerta de la habitación y a paso lento se acercó a su hermanito menor, no quería que sus padres lo oyesen.
-Shh, no llores, estoy aquí- Se agachó a su altura, fue ahí cuando Ink se dió cuenta de las lágrimas que tenía.
-¿P-por que me odian tanto?- Cerró los ojos con vergüenza de que los viera- ¿Son por mis ojos?- Se sentía horrible.
-¿Por qué dices eso, Ink? Tus ojos son hermosos- Dijo acariciendole las mejillas.
-No mientas, no quieras hacerme sentir bien- Sollozo- ¿Mi aspecto me hace ser imperfecto o simplemente todo mi ser es el que lo hace?
-Ink...- Con los ojos humedecidos se aclaró la garganta, le dolía ver a su pequeño hermano así- Nadie es perfecto, somos humanos, cometemos errores pero lo importante es que aprendamos de ellos y mejoremos individualmente y colectivamente.
-Para ellos si eres perfecto.
-Bueno, desde mi punto de vista...- Sonrió abrazandolo- Si hubiera una persona cercana a lo que podríamos llamar "perfección", ese sería mi pequeño Ink- Empezó a acariciar su cabello- Tu eres hermoso como eres, tienes tanta creatividad y curiosidad por lo nuevo. Tus ojos son bellísimos, muestran el brillo que siempre cargas contigo, así que porfavor no estés triste, no quiero ver cómo tú brillo se apaga.
-Pero... Tu eres el único que piensa así, nuestros padres creen que eres perfecto- Se quedó en silencio unos segundos- Yo creo que eres perfecto.
-Ink, padre y madre están obsesionados por conseguir la perfección en uno de sus hijos, eso demuestra lo egoístas que son, no te dejes influenciar por su visión de la falsa perfección que tienen. Yo estoy lejos de serlo, pero se empeñan en creer lo contrario ignorando a la persona más especial que existe dentro de esta casa.
-¿Soy especial?
-¡Claro que lo eres! Para mí, tu eres la persona más especial, eres mi hermano favorito.
-Soy tu único hermano, tonto- Rio.
-Por eso- Sonrió feliz de lograr recuperar los ánimos del menor- Eres mi persona favorita.
-Y tu la mía.
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Despertó exaltado y con la respiración agitada, de sus ojos caían unas pequeñas lágrimas que rápido limpio.
-Eres un mentiroso, Zephyr- Sonrió irónicamente mientras una lágrima caía por sus mejillas- ¿Por qué me persigues hasta en mis sueños?- Lentamente, las comisuras de sus labios fueron bajando hasta dejar de sonreír.
Odiaba soñar con recuerdos de cuando era pequeño, era una etapa que no quería recordar.
Suspiró y volvió a acomodarse en su cama, intentaría dormir nuevamente y, deseaba profundamente, que su hermano no vuelva aparecerse y lo dejara descansar adecuadamente.
Fue tan solo dos horas después cuando su madre apareció tocando su puerta para despertarlo.
-¡Ink, cariño, ya está el desayuno!
Gruñó molesto, su cuerpo se sentía cansado y no podía abrir sus ojos del todo, está de más mencionar que no había logrado dormir bien, aunque acabo de hacerlo.
Con pasos lentos y, sabiendo de antemano que no sería un buen día, se dirigió al baño de su casa para asearse. Hubo un momento en que solo se detuvo a ver su reflejo en el espejo, tocó sus ojeras y maldijo para sus adentros. Sin embargo, eso no era lo que menos le gustaba de su aspecto, sus ojos, sus malditos ojos lo eran, una combinación perfecta de los ojos amarillos de su madre y celestes de su padre.
No es que le molestará en si los ojos con dos colores, si viera a alguien de la calle que padeciera lo mismo que él, no le parecería necesariamente "feo", pero era inevitable no verse en el espejo y pensar en lo mal que se veía debido a estos, sentía que su cara era poco hegemónica, no era lindo.
Sintió una especie de deja vu, no era la primera vez que tiraba su autoestima al suelo observándose y encontrando cada pequeño detalle que no le gustaba, ni tampoco sería la última.
Dolido con la vida, salió rumbo al piso de abajo, dónde su madre esperaba con el desayuno listo en la mesa.
-Vamos Ink, ¿Por qué caminas tan despacio? Es hora de despertarse, cariño- Su madre hablo impaciente por la forma tan lenta que avanzaba su hijo.
-Lo siento- Se disculpo sentandose rápidamente, por un momento se había olvidado que estaba frente su progenitora.
-Tengo buenas noticias- Sonrió feliz, el menor solo asintio para que siguiera hablando- Bueno, tengo dos- Aclaró- La primera es que llegaron tus notas, luego de desayunar las veremos juntos- Ink paro en seco, ¿Cómo es que sus notas ya habían llegado? El tiempo pasaba demasiado rápido para su gusto- Y la otra...- Su sonrisa se ensanchó más- Tu padre me contacto, dice que quiere vernos, se siente arrepentido.
-¿Qué?
-Ink, presta atención- Lo regaño- Entiendo que recién te despiertas, que por cierto, deja de quedarte hasta tarde y empieza a dormir temprano, te quedan horrible las ojeras, empieza a preocuparte más por tu aspecto, pero te estoy hablando y debes de escucharme.
-Lo siento.
-Tu padre me llamo anoche- Empezó a explicar- Hablamos de muchas cosas, dentro de ellas de ti y tu hermano- Freno viendo la expresión de su hijo, buscaba poder analizar su reacción, pero solo consiguió una cara sería que la miraba espectante para que continuará- Se disculpo por lo ocurrido y me comentó de su deseo de volver a vernos, dijo que estaba en una especie de "shock", cuando sucedió lo de Zephyr y por eso reacciono de aquella forma.
-¿Y por todo lo de antes qué? Es idiota si piensa que con un perdón basta y sobra para arreglar las cosas, no estoy listo para verlo y no creo que sea así en muchos años, no lo quiero cerca. Dile que no me busque y que me dé por muerto.
Eso le hubiese gustado contestar, pero se quedó callado viendo a su madre, él no tenía voz es esa decisión, su madre lo tenía y si ella ya había decidido que le daría otra oportunidad a su padre no podía negarselo, no porque quisiera que fuera así, sino porque sería ignorado y no valía la pena desgastarse de esa forma.
-Está bien, si tú quieres verlo entonces que bienvenido sea- Le sonrió demostrando falso apoyo, por dentro solo sentía amargura por lo que sucedia.
-Sabia que comprenderias, Ink, eres demasiado maduro para tu edad- Sonrió orgullosa por haberlo criado "bien".
Por su parte, Ink solo correspondió a la sonrisa limitandose a estar en silencio. No entendía por qué su madre aceptaba tan fácilmente que vuelva a sus vidas, comprendía que lo seguía amando después de todo, pero... ¿Qué pasaba con él? ¿No le importaba como se sentía con la presencia del mayor? Todo este tiempo pensó que su madre se preocupaba aunque sea un poco por él, pero ahora sabía que solo era ella siendo egoísta, cómo siempre.
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-Ink, padre y madre están obsesionados por conseguir la perfección en uno de sus hijos, eso demuestra lo egoísta que son...
-Un recuerdo de su sueño vino a su mente, no estaba feliz con admitirlo pero su hermano tenía razón, son solo unos egoístas.
Al final, ninguna de las dos sorpresas fueron buenas, lo castigarían por su "mala nota" en matemática y tendría que soportar ver a su padre cuando arreglaran un día para encontrarse.
Deseaba profundamente que solo fuese un sueño o una alucinación por no haber dormido correctamente.
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Hace casi un mes que no actualizo, perdonn, pero no me gustaba lo que estaba escribiendo e hice varios borradores para un solo capitulo, al final termine eliminando varias cosas y agregando otras.Cambiando ya de tema, ¿Cómo están?, ¿Cómo va siendo su año hasta ahora? Espero que bien y que siga siendo así <33
Prometo subir el otro capítulo en estos días, ya tengo parte escrita, solo tengo que arreglar algunas cosas y decidir si agregar o borrar algo.
Bueno, gracias por leer!!! Nos vemoss
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Bitter choco decoration || Errorink
RandomError era nuevo en ese colegio y, sinceramente, no esperaba nada llamativo de el, solo aburrimiento. O bueno, eso pensaba hasta que empezó a interesarse en Ink, un chico con el que mucho no hablaba, pero que lo intrigaba bastante, ¿Podrá acercarse...