Ink había vuelto de la escuela, estaba cansado, otra vez había sido elegido para ser el presidente de la clase. Aparte, Dream le había invitado junto a sus amigos a pasear, pero tuvo que rechazar. Ya había intentado salir con ellos y siempre le dejaban de lado, solo le preguntaban cosas cuando necesitaban particularmente su ayuda.
-¡Llegué!- Gritó y al ver que no había nadie se alegro, todo ese cansancio que sentía se fue para que entrara una oleada de energía nueva.
Se sacó los zapatos y fue corriendo a su habitación mientras de desataba la corbata del uniforme y desabrochaba algunos botones.
-¡Dios, ya sentía como me asfixiaba con esto puesto!- Se quejó, Al llegar fue directo a su cama y se agachó para tomar algo de debajo de está- ¡Ya los había extrañado!- Dijo abrazando una caja. Cerró la puerta de su habitación y fue directo a su escritorio. De uno de los cajones saco unos auriculares y se los puso, de su celular puso una playlist para empezar a escuchar música e inspirarse.
Abrió la caja y saco brochas de diferentes tamaños, pinturas, hojas, etc. Iba a dibujar y pintar algo, lo primero que se le viniera a la mente, en todas sus vacaciones no puedo tocar ninguna de sus cosas para dibujar.
-¡Broomie, ya te había extrañado!
Inspirado empezó a bocetear diferentes cosas al azar, hasta que uno logro convencerlo, era un chico de espaldas que veía como el mundo se destruía lentamente frente a sus ojos. Parecía estar calmado a pesar de que su alrededor estuviera lejos de estarlo.
Cuando estaba a punto de terminarlo, una persona desde atrás suyo le saco los auriculares bruscamente.
-¡Ink, ¿Qué te dije de está porquería?!- Genial, su madre había llegado- ¡¿Acaso quieres morirte de hambre? Esto no te llevará a ninguna parte!- Estaba furiosa, agarró su dibujo y los rompió al frente de sus ojos- ¡Mira tu mejilla, tienes pintura, ¿No te da vergüenza?!- Dijo tratando de limpiarlo, aunque en vez de limpiarlo lo lastimaba- ¡Ugh, no se quita!
-Está seco- Habló sin ganas.
-Dios, mira tu uniforme, todo manchado- Siguio quejándose la mujer mientras seguía tallando la mejilla de su hijo.
-Mama, me estás lastimando- Trato de detenerla.
-Vengo cansada del trabajo y me encuentro con esto, ¿No puedes dejar de ser tan tonto?
-¡M-mama, me duele!- La apartó mientras se cubría su mejilla ya roja- No sale, está seca- Dijo con los ojos llorosos.
-Yo...- Suspiro, quizás se había sobrepasado un poco con su hijo- Yo solo quiero lo mejor para ti, Ink, ser artista no es un camino muy seguro. Mama solo quiere que seas exitoso y tengas buena estabilidad económica, una esposa e hijos perfectos.
-Lo sé mama, no tienes que repetirmelo.
-¿Entonces por qué sigues insistiendo? De haber sabido que te encapricharias tanto con esto nunca te hubiera comprado ese set de lápices para dibujar cuando eras pequeño- Al ver cómo su hijo no contestaba siguió hablando- Me llévare todo esto, no quiero volver a verte pintando de nuevo. Limpia todo el desastre que hiciste con las pinturas y ve a bañarte, luego trae tu uniforme que lo lávare por ti- Guardó todas las brochas, pinturas, hojas y lápices de su hijo y los metió dentro de la caja que había arriba del escritorio, ni siquiera fue cuidadosa al ponerlos allí, simplemente las tiro y se llevó todo. Antes de salir de la habitación del menor volvió a hablar- Cuando termines ven abajo y ayúdame con la comida- Y cerró la puerta.
Ink ya estaba acostumbrado a que su pasión por el arte fuera rechazado por su progenitora y todo porque tontamente decidió comentarle sobre estudiar una carrera sobre eso. Siempre que le encontraba disfrutando dibujar le agarraba un ataque y le gritaba.
Mientras algunas lágrimas salían de sus ojos fue limpiando el desastre hecho por él mismo para luego ir a bañarse. Cuando terminó bajo al primer piso con el uniforme y lo puso en el cesto de ropa sucia, de allí fue a la cocina a ayudar a su madre. El ambiente era incómodo, ambos lo sentían.
-¿Cómo te fue en la escuela?
-Bien, volví a ser elegido para ser el presidente de la clase- Mencionó.
-¡Ese es mi hijo!- Exclamó contenta- No me cabe duda de que serás el número uno en las notas de nuevo.
-Si- Contesto- también hay un alumno nuevo en mi curso.
-¿Ah sí?- Ink asintió- ¿Y cómo es?
-No lo sé, no logré hablar mucho con él, aunque se ve que se llevó bien con Nightmare y sus amigos.
-Entonces mejor que no te acerques mucho, no vaya a ser que te lleve por mal camino. Solo ofrecele ayuda si la necesita y se bueno con él, pero como compañero y no como amigo- Le aconsejo.
-Si, mamá, lo sé.
-No olvides que debes mantener tu perfil como alumno ejemplar.
-Si, pero sin presumir.
-Asi es, muy bien Ink- felicitó su madre.
-Si, gracias- Dijo sin ganas.
El Ink de cuando estaba solo y el Ink que mostraba eran muy diferentes. Eran personalidades muy distintas, uno era "perfecto" y el otro imperfecto. A uno le gustaba el orden, al otro le encantaba desordenar. Uno estudiaba mucho, el otro olvidaba todo. Sin embargo, eran parte de una misma realidad, una misma persona. Y a pesar de que Ink era muy diferente a lo que todos creían, era obligado a mostrar una personalidad completamente falsa. Al fin y al cabo, no tenía opción. Si quería ser exitoso, debía de reprimir las cosas que le harían no serlo, y él como verdaderamente es, era una de esas cosas que debía de sacar.
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Bitter choco decoration || Errorink
RandomError era nuevo en ese colegio y, sinceramente, no esperaba nada llamativo de el, solo aburrimiento. O bueno, eso pensaba hasta que empezó a interesarse en Ink, un chico con el que mucho no hablaba, pero que lo intrigaba bastante, ¿Podrá acercarse...