Bitter choco decoration || Errorink

La calma antes de la tormenta

Desde que había comenzado la clase, Ink  no había tomado apuntes de nada. Solo pensaba en todo lo sucedido en los últimos días, sentía que realmente necesitaba un respiro y no veía la hora de que sean las vacaciones de invierno. Aunque de todas formas sabía que, como todos los años, su madre le haría trabajar o estudiar, dejándole sin descanso.

Inconscientemente había tomado un lápiz y empezado a garabatear en su hoja. Dios, el estrés lo mataba. Y el no haber dormido bien en las noches empezaba a tener sus consecuencias. Realmente deseaba levantarse e irse de aquel lugar, mandar todo a la mierda y desaparecer por completo... Al menos por unas horas. Pero, ¿Y si por no ir un día a clases su madre lo castigaba?

Un dolor de cabeza hizo que frenará sus movimientos, luego las nauseas se hicieron presentes. Su pan de cada día había comenzado, o al menos desde que inicio este año y empezó a ser un poco más consciente de su alrededor.

Vio todo dar vueltas, se había mareado. Normal, no tenía nada en su estómago y, aún así, tampoco sentía la necesidad de comer algo. No tenía apetito.

Se cuestionaba varias cosas, ¿Por qué Error de repente se interesaba en él? Notó sus intentos por acercarse anteriormente, pero hoy había Sido diferente. El chico se acercó a Blueberry e intento ser amigable con él.

No queria ser prejuicioso, pero ver el historial de su grupo de amigos provocaba dudas sobre su cercania. Y miedo, mayormente, pero eso era ya por parte de su madre que por otra cosa. Es decir, si lo viera hablando con el moreno, seguro se comería otro castigo que no estaba seguro que pudiera soportar viendo el conflicto reciente que se habia generado entre ellos. Seguía estando sensible y no quería provocar el enfado de su progenitora.

¿Qué haría ahora que Error se estaba acercando a su grupo de amigos? ¿Lo abandonarían y reemplazarían por él? ¿Lo excluirían porque no era tan genial como Error? Porque si, Error era todo lo que él nunca sería. Un sentimiento que conocía pero hace mucho no sentía volvió a aparecer en él, la envidia.

Error era seguro de sí mismo, era valiente y decía lo que opinaba realmente sin miedo a ser juzgado por otros. Era firme y se plantaba ante los conflictos, sin dan un paso atrás, defendiendo lo que le parecía correcto. Incluso parecía no tener pelos en la lengua. ¿Y él? Él solo era alguien que prefería callar para no generar un conflicto mayor, aceptando el rol que le imponían y las decisiones que tomaban por él. Aceptaba lo que no debía aceptar con tal de no recibir el enfado de los demás y nunca daba su opinión por miedo a lo que dirían.

Ambos eran tan diferentes, entonces... ¿Qué ganaba Error siendo su amigo? Todas las relaciones humanas se creaban en base a un propósito, objetivos que cada uno quería conseguir. Era feo, pero cada uno era un medio para un fin, una herramienta. Cada persona buscaba sacar provecho del otro para lograr una meta y viceversa. Buscaban un beneficio en una amistad, ¿Qué podía él sumarle a Error?

Diablos, realmente había sonado horrible, ¿Él enserio pensaba así? ¿Su amistad con Blueberry y Dream era porque veía un beneficioso en tenerlos? No, su amistad era genuina, esos dos habían logrado ganar su cariño, más allá de lo que puedan sumarle en su vida. Él realmente los veía como un par y no como un medio. ¿Ellos lo veían como él los veía a ellos? Lamentablemente no lo veía posible, era tan reemplazable que no le sorprendería que un día ellos llegarán y le dijeran lo menos que era para ellos.

Un sentimiento amargo lo inundó, su pierna empezó a moverse golpeando el piso frenéticamente. Los garabatos que antes estaban hecho de trazos finos y delicados pasaron a ser de forma brusca y fuerte.

-Ink, ¿Qué dibujas?- Dream preguntó asomándose a ver su hoja- Wow, no sabía que dibujaras tan bien. ¡Mira Blue!

-¡Ink, ¿Cómo nunca nos dijiste de este talento tuyo?! Eres realmente un prodigio- Ambos chicos lo miraron emocionados, como si hubieran descubierto el secreto más grande del mundo.