Lewis Hamilton

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Siempre he sido una buena niña, buena estudiante, buena hija, buena nieta, buena hermana. Aun así nunca en mi vida he tenido las cosas fáciles, puede ser que fuera un gran problema para mis padres. Eran jóvenes, todavía ni se habían casado y por una parte siempre me he sentido responsable de esa culpa por haberles fastidiado su juventud por tenerme a mi.

Estudie al igual que mi padre ingeniería mecánica, aerodinámica y a los pocos meses me contrataron desde Mercedes para ser su ingeniera de practicas para la temporada 2021 de Fórmula 1, imaginaros como le sentó eso a mi padre, Christian Horner. No se lo esperaba, es más pensaba que lo iba a rechazar, que no iba a aceptar esa solicitud de trabajo en una de las escuderías más ricas de toda Fórmula 1 e incluso del mundo.

Así que por ello ahora estoy, en mi pequeño apartamento arrendado por mi madre y por mi trabajo, ya que mi padre decidió echarme de casa. Así de simple.

Mi primer día en el trabajo fue algo, muy difícil de olvidar ya que llevo teniendo un crush con Lewis Hamilton desde que tengo 12 años y tenerlo durante 7 horas en el mismo edificio y encima siendo  ingeniera de su compañero, esto no puede ser algo muy buena para mi sauld mental y la que no es tan mental. El primer día fue un caos, no sabía donde ir, que hacer, es más ya pensaba en recoger mis cosas y volver a casa de mi madre a comerme una tarrina extra grande de helado y comenzar a buscar de nuevo otro trabajo.

Puedo decir que ya han pasado varios meses desde aquel día y que toda mi vida cambio esta última semana en el premio de Silverstone.

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Me levanto a las ocho de la mañana, la maldita alarma suena por toda la casa y me froto los ojos varias veces para quitarme las legañas y salir de la calentita masa de mantas que se encuentra en mi cuerpo.

Me ducho, maquillo y me visto, para las 8 de la mañana ya estoy fuera de mi habitación del hotel con la camiseta de Mercedes para ir a despertar a George para el día de hoy. La cuidad inglesa esta a estas horas de la mañana abarrotada de personas que vienen a ver los libres 3 antes de la clasificación de esta tarde, como podemos pasamos George y yo entre los periodistas, me abre la puerta del edificio de Mercedes y entramos en la reunión disculpándonos por la tardanza.

- Bien.-Dice Toto.-Silverstone, queridos...

Media hora después salimos de la reunión y me despido de George hasta después de los libres, mientras avanzo algo del trabajo y me quedo admirando a su compañero a lo lejos sin que él se de cuenta, o al menos eso es lo que yo pienso.

Son las cinco de la tarde, la hora de practicas ha ido bastante bien para ambos pilotos y veo como George sale sonriente de su monoplaza, me despido de él al verlo irse con su novia. Rechazo su propuesta de ir a merendar con ellos, debo acabar todos los trabajos que me ha pedido Toto del rendimiento del coche de George en estas últimas 10 vueltas.

- ¿Te has quedado sola?-Reconozco su voz a lo lejos, aun así me asusto de golpe y me giro para verlo apoyado en la mesa.

-¡Qué susto me has dado! Y si, me he quedado sola, quiero acabar esto antes de llegar al hotel.

- ¿Puede que sea por otra cosa, por otra persona?

No se como lo hace, pero Lewis Hamilton siempre ha leído mis miedos, mis traumas de una manera tan escalofriante que te puede llegar a causar miedo.

-No quero comer con mis padres.-Digo por lo bajo y lo miro a los ojos, esos hermosos ojos marrones.-No quiero escuchar sus malas palabras por mis decisiones, no quiero aguantar como hablan maravillas de Max como si fuera su hijo o como mis hermanos pequeños son mucho mejores que yo. No quiero volver a sentirme como una mierda al ver que mis padres me odian por haberles jodido la adolescencia.

One Shot ~ F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora