One Shot ~ F1

George Russell

Sonrió feliz viendo como el cuarto de nuestra pequeña ya comienza a estar estructurado, mi pequeña se mueve feliz en mi tripa al notar como me alegro por ver su pequeña habitación casi acabada. Miro mi tripa de 8 meses y se me escapa una pequeña lágrima al pensar en donde se puede encontrar metido su padre.

Hace 6 meses que no he vuelto a ver a George, tenía muchas reuniones de trabajo que duraban hasta bien entrada la noche, cuando volvia a casa olía a sudor, colonia femenina y a alcohol, llego un día en el que estuvimos discutiendo durante toda la noche así que a la mañana siguiente cuando me desperté recogí mis cosas con lágrimas y me fui de su ático de lujo para así no volver de nuevo en mi vida, al poco tiempo me enteré que estaba embarazada de mi pequeña Anne y aquí estoy en un pequeño piso con dos habitaciones para vivir junto con mi pequeña hasta que el dolor de no ver al hombre de mi vida al fin desaparezca.

Nunca tuve el valor de preguntarle si me había sido infiel, o si le ocurría algo conmigo o con la empresa, decidí huir antes de que me salpicara a mi y a mi pequeña.

Hace 2 meses que me he vuelto a hablar con un chico, es amable, cariñoso, se preocupa por mi y siempre lleva una sonrisa en la cara. Siento sus manos hacerme cosquillas y me giro riendo antes de que me tenga que sentar por el dolor de tripa de tanto reírme.

-Daniel, para. Cuantas veces te he dicho que no, me hagas cosquillas.

-Lo siento, amore.-Me dice y se acerca a mi antes de susurrar.-Te estaba viendo algo triste, y ni Anne, ni yo te queremos ver tristes.

-Valee.

Veo como se aleja con una sonrisa y cierro la habitación de mi hija. Hace dos meses que volví a contactar con Daniel, un viejo amigo de la infancia, por temas de la vida nos alejamos y ahora es un pilar fundamental para toda mi embarazo junto con mi madre.

-Mamá, ¿Qué haces aquí?

-He venido a verte, Daniel me ha avisado que llevabas metida en la habitación de mi nieta mucho tiempo y he venido a comer con vosotros.

-No hace falta, puedo cuidarme sola, enserio.-Les digo a ambos.-Os podéis ir, muchas gracias por la comida y por preocuparos por mí, pero quiero pasar estos últimos días sola, antes de que cierta terremoto venga a poner la vida patas arriba.

-Pero...-Replica mi madre.

-Os quiero a ambos, adios y gracias.-Digo mientras los saco de casa y cierro la puerta tras un suspiro y es verdad, necesito pensar, porque debo de llamar a George y decirle que esta es su hija, que pese a lo que ocurra con nuestra relación que sepa que tiene una hija. No necesito dinero, trabajo y tengo familia para que cuide a Anne, solo necesito que sea la figura paterna que yo no tuve para mi bebé.

Siento de nuevo patadas en mi tripa y sonrío feliz al notar como ambas ya tenemos hambre.

-¿Vamos a ver que ha traído Daniel y la abuela para comer?.-Le digo a mi tripa con tono cariñoso antes de recibir una patadita a modo de respuesta. Me sirvo la comida que me vaya a comer, mientras que guardo lo que me sobra y me siento en el sofá antes de ponerme a ver "El Verano en el que me Enamoré" mientras como.

Al acabar de comer, estoy medio dormida en el sofá cuando escucho como llaman al timbre, me fijo en el reloj, las 16:45 no me puedo creer que sea mi madre de nuevo, si ya le he dicho que yo puedo con todo. Me levanto con cuidado del sofá y ando hasta la entrada mientras me planteo las palabras que le voy a decir a mi madre para convencerla de que estoy bien y que no se preocupe, que yo le aviso si me pasa algo.

Esos pensamientos se desvanecen cuando ven en la puerta una persona que no es mi madre y que hace que mi corazón de aceleré y que por lo tanto mi hija se altere.

-Auh.-Digo mientras me tuerzo por la patada que me ha dado Anne en la espalda, siento como George me sujeta para que no me caiga y se queda quieto en la puerta antes de entrar en casa y dejarme apoyada en la pared, me mira buscando aprobación y solo puedo asentir mientras que me dirijo al salón y el cierra la puerta de la pequeña casa. Me siento en el sofá mientras lo veo llegar y me intento relajar al no tener todavía planeado lo que iba a decir en esta situación.

-Estas... diferente.-Me dice mirándome con los ojos abiertos de par en par mientras que yo decido alzar la mirada y asentir.-¿Cómo estas?

-Bien, es algo revoltosa, pero estoy bien.-Le digo y me relajo antes de soltar la bomba que viene a continuación.-Es tuya George, osea es nuestra. Es nuestra hija, Anne Russell Adams.

-Anne...

-Si, me acordé que te gustaba el nombre y...

-Me encanta, es-es precioso.-Me dice y siento como si todos estos meses intentando alejarme de él no hubieran sido para nada al verlo ahí de pie, mirándome con la misma intensidad y el mismo amor que antes. Entonces de agacha y se arrodilla en frente mío.

-¿Qué-qué haces?

-Perdóname por favor. No debí de actuar así, pero la empresa no iba bien y pensé que si no te contaba nada, no te ibas a preocupar y te ibas a alejar de mí. Esas noches cuando volvía a las tantas no eran porque estaba con otra mujer, mi vida. Me tiraba bebiendo en un burdel hasta que sabía que estabas dormida para volver a casa y dormir en tus brazos. Me equivoque fui un gilipollas y también perdí a mi mujer en el camino. Gracias a Dios la empresa volvío de nuevo a sus casillas y cuando volví a ser el hombre que era antes me dispuse a buscarte por todos lados, nadie sabía donde estabas hasta que contacté con tu madre. Pensé que me mandaría a la mierda por abandonar a su hija, la sorpresa me la llevé yo cuando me di cuenta que ella me apoyaba y me dijo donde vivías. Lo siento mi vida, lo siento mucho.-Dice mientras me limpia las lágrimas que me han empezado a descender por las mejillas, no lo pienso y estampo mis labios en los suyos. Los hecha muchísimo de menos y siento como me abraza antes de dejarme caer a su lado y apoyarme en su hombro cuando nos separamos por falta de aire.

-Me has dado el regalo de mi vida Nora. Quiero que lo sepas.

-Te amo George, nunca te he dejado de amar. Me sentí fatal durante ese mes en el que no me hacías caso y te cerrabas a mi, pero entiendo tu preocupación y que decidieras no contármelo.

-No, porque esto se acaba aquí, a partir de ahora lo vas a saber todo, porque somos un equipo, más ahora, ¿no?.-Dice mientras me toca la tripa y me sonríe.-Te amo mi vida.

-Y yo a ti, George.

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El bonito momento no duró mucho, George se quedó en mi cada durante una semana antes de que me volviera a mudar a la mansión, nada más instalarme de nuevo, un día mi niña le apeteció nacer a las 4 de la madrugada de un 5 de julio mientras que los fuegos artificiales sonaban a lo lejos junto con las fiestas.

-Es preciosa.-Digo mientras me fijo en la pequeña que tengo en brazos mientras que su padre me abraza y sonríe feliz.

-Es nuestra pequeña.

-Si, nuestra pequeña Anne.

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HOLI.

HOY JUEGA ESPAÑA, ESPERO QUE GANEMOS LA EUROCOPA Y SINO A POR LA SIGUIENTE CON FUERZA Y ÁNIMO.

ESPERO QUE OS GUSTE EL CAPÍTULO, UN BESO, NO LEEMOS.

♥️♥️♥️