One Shot ~ F1

Checo Perez

Me duele la cabeza, creo que me va a explotar en cualquier momento, no se a quien se le ocurrió salir ayer de fiesta y a quien le pareció buena idea rondas de chupitos de tequila.
Me incorporo en la cama y me fijo en la habitación, este no es mi cuero inmediatamente me fijo si estoy desnuda o no. Me relajo al ver la ropa en su sitio y me levanto de la cama para investigar donde narices me he metido.
Solo me acuerdo que ayer conocí a un chico muy guapo, y luego es borroso. Escucho la ducha y aunque mi curiosidad sea muy grande, recojo mis cosas y salgo del cuero sin hacer ruido. Llamo a Heidi para ver donde se encuentra.
-Hola?.-Responde un hombre y no puedo evita soltar una diminuta risa.
-Hola, ¿esta Heidi?
Escucho como la llama y me responde esta vez la voz de mi amiga.
-Tía, no sabes que noche he pasado.
-Me acabo de dar cuenta. ¿Dónde estas?
-En su habitación, tía es un piloto.
-Joder... No me jodas.
-Te lo prometo, oye y ese chico...
-No hemos hecho nada, bueno eso espero porque no me acuerdo de nada, estoy saliendo de su hotel. Me voy a la cama.
-Tía tenemos que ir a ver la carrera.
-Pues a la hora de comer me levanto, me visto, como y nos vemos allí en el circuito de Austin.
-Vale
-Ten cuidado.
-Igual.
Cuelgo la llamada y pido un taxi para ir hasta nuestro hotel cerca del circuito. Salgo de él y voy hasta mi habitación situada en el último piso del hotel para poder tirarme en mi cama a dormir un par de horas antes de tener que levantarme.

Suena la puta alarma, me duele un poco la cabeza y miro la hora, son las 3 de la tarde, probablemente ya no llegue a la comida del hotel, así que a mi ritmo me meto en la ducha, para espabilarme, me seco el pelo, me maquillo porque parezco una momia y me visto. A las 4 y media salgo de mi habitación con las gafas más negras que tengo, con mi camiseta de Ferrari con el 55 detrás y con mi gorra acompañándolo. Para que se note, quien es mi favorito después de todo.

Salgo del hotel y voy hasta el restaurante italiano, donde he quedado con Heidi para comer antes de irnos al circuito de Austin.

- Tía, ¿Estas bien?

-Creo que me han pasado todos esos monoplazas por encima.

-Ya veo, venga vamos que tenemos solo 2 horas para comer.

Comemos, tranquilas sin prisa. Por lo que veo a mi alrededor la mayoría de personas están igual que yo, y es que la clasificación de ayer, y la siguiente fiesta nos dejo tocados a todos.

A las siete ya estamos entregando nuestras entradas para poder ir a ver el paddock desde dentro, todo esto es posible por el padre de Heidi y su gran poder de palabra y dinero aunque ella no me deje compensárselo.

-Vamos tía, a ver si veo al chico.

-Pero ¿Estas segura que era un piloto?

-Que sí, le vi el casco esta mañana en una mochila resguardado y todo.

-Joder.-Digo quejándome y continuamos con la visita al pit-lane, cuando un chico viene hacía nosotras. Es alto y muy guapo, viene con otro que riendo el cual me suena mucho sus caras, sea por lo que sea son un partidazo y me paro al ver como ellos se paran enfrente nuestro.

-Daniel.-Dice Heidi y se tira encima del chico que es más alto, este la coge y le da una vuelta en el aire.

-Daniel, te presento a Jules, Jules este es Daniel.

-Encantada.

-Igualmente y bonita camiseta.

-Gracias, es mi piloto favorito.

-Ya veo.-Dice el chico a su lado y sus hermosos, pero retadores ojos marrones hacen contacto con los míos.

-Es guapo y pilota bien, lo tiene todo por así decirlo.-Le rebato y al ver como Heidi me ha dejado por el chico ese, decido volver de nuevo al grupo, bueno a buscarlo.

-Si quieres te hago un tour, no soy de Ferrari, pero espero servirte.

-Creo que sí.-Digo y le sigo por detrás.

-¿Cómo te llamas?-Pregunto al chico al que estoy siguiendo casi corriendo.

-Sergio.

-¿Sergio? y ¿eres piloto? No me suena.

-No me conocen por ese nombre.

-Checo Perez. Joder, ¿eres tú?

-Veo que si me conoces.

-Ayer en la fiesta...

-Te tiré un cubata por encima y acabaste en mi habitación del hotel dormida.

-Ah...-Ahora entiendo de porque aparecí en un hotel distinto, en una cama distinta y con el vestido pegajoso.

-Lo siento por lo del cubata, intente invitarte a otro, pero te negaste a ello.

-Si creo que iba ya algo...Mal.

-No fuiste la única.-Dice señalando a mi amiga.-Creo que ellos iban peor.

Me rio y asiento dándole la razón.-En mi vida me he tenido que preocuparme por ella.

-¿Qué pasa la cabeza loca eras tú?

-No, solo que...Heidi siempre ha sido como mi hermana mayor, a parte de mi mejor amiga. Siempre que salíamos juntas teníamos esa regla de dormir de nuevo juntas o al menos que supiera donde se encontraba. Esta mañana cuando me he despertado en otro cuarto, sin ella y encima sin saber donde estaba.

-Te has sentido insegura.

-Algo así.

-Lo siento.

-No tienes la culpa, soy yo que soy muy dependiente de ella.

-Entiendo- Dice mientras abre la puerta del café al que se ha desviado.
-¿Y esto?
-Te invito a tomar un café, eres muy maja y te debo un cubata. Se que no es lo mismo, pero no puedo beber y me fastidia ver beber si yo no puedo.
-Me parece bien.
.
.
.
Así pasamos las horas, hasta que tuvo que irse a la carrera. La carrera fue increíble, algo reñida pero fabulosa.
A partir de ese día, convencí a Heidi de ir  a todos los circuitos que pudiéramos, ese piloto mexicano me había dejado marcada, su acento, su seguridad, su sexualidad... Todo ello hizo que el sabado en Sao Pablo, nos liaramos una noche un día antes de la carrera.
Al día siguiente, hizo una carrera muy buena y aún recuerdo cuando salió y vino hasta mi para pedirme que fuera con él a Abu Dabi, su última carrera de la temporada.
Y es que, gracias a la loca de mi amiga, conocí al hombre, el cual, años después estoy comprometida.
Nos fuimos a vivir juntos a Viena, donde tiene la sede Red Bull, de vez en cuando volvemos a México o a Nueva York, de dónde soy.
Soy feliz con este hombre, me hace feliz y quien me diría que por culpa de un cubata acabaría así años después.
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