— Ya estas acá. — Clara estaba ida. Sabia que era Enzo, que se había acostado a su lado, podía sentir su rostro a centímetros del de ella, pero su cabeza y sus pensamientos se perdían en el cielo. En el cielo y en la inmensidad que deseaba que la absorbiera, que la desaparezca de ese lugar.
— Si te molesto me voy — Enzo frunció el ceño, confundido. Ella negó. — ¿Qué estás haciendo?
— Estoy mirando el cielo, intentando entender cómo algo tan bello puede ser tan caótico.
— ¿Por qué lo decís?
— Las estrellas ponele, son fuego, son cosas en combustión permanente y, sin embargo, es hermoso. Y bastante aterrador, aunque me dan ganas de seguir mirando horas enteras. — Él la escuchaba divagar con algo de sorpresa, pero analizando lo que decía con cuidado — ¿No te pasa? — ella volteó su rostro para verlo y se percató entonces cuán cerca estaba. Los ojos de Enzo la enfrentaron con seguridad.
— ¿Qué cosa?
— Mirar algo y, aunque sepas que es un desastre, querer quedarte ahí igual. — Él asintió suspirando. Miles de veces. — No me hagas caso, a veces me pinta hacerme la profunda.
— No pasa nada — negó él, volviendo su vista al cielo. Algo de todo lo que dijo le quedo resonando, haciendo ruido, molestando. — No me escribiste...
— No tuve tiempo — soltó con una risa amarga. — Me explotó el celular antes que siquiera pudiera meditarlo.
— ¿Te explotó el celular? — Enzo volvió a mirarla a los ojos unos segundos. Había llorado, él podría jurar que Clara había llorado minutos, incluso horas, antes que él llegara. Ella asintió sin decir nada más, aturdida. Necesitaba no sentir nada, necesitaba entretenerse, necesitaba sacar su cabeza del lugar oscuro al que se iba cada vez que se recordaba a sí misma su vida. — Ey, Clara. ¿Estas bien?
— Si, estoy bien Enzo, solo un poco cansada... nada más. ¿Qué haces vos acá? — se pasó su mano por su cara con frustración y luego volvió a mirarlo.
— Solo te vi, no sabia que eras vos, y me acerqué. Me dio curiosidad que clase de loco se queda en el campo de entrenamiento después del partido.
— No estoy loca, solo que este lugar me sirve para esconderme un rato más.
— ¿Esconderte? — Enzo rio, ella sonrió amargada y, levantando su mano por encima de los dos, estiró su teléfono hacia él.
— Esconderme. ¿No viste la prensa afuera? Tomá — le dio su celular. Supo en el momento en que Enzo comenzó a hablarle que no estaba enterado de lo que salió publicado minutos después de terminar el partido — Entérate lo que se enteró el país.
LEANDRO PAREDES Y CLARA ÁLVAREZ, SEPARADOS
Confirmamos que la joven pareja que convivía hace unos años en la ciudad de Paris se habría separado hace algunas semanas. Fuentes cercanas al jugador refieren que Clara, hermana del Julián Álvarez actual delantero de River Plate, se habría mudado de la casa que compartían en Francia y que viajó a Buenos Aires hace días.
Si bien Leandro Paredes se encuentra en este momento en el país, se espera que regrese al club francés en las próximas horas. La novedad seria que esta vez lo hará solo. Según pueden confirmar algunos allegados Clara Álvarez permanecería en Buenos Aires y aseguran que la situación es irreversible.
¿Los motivos? Mucha especulación hay al respecto, infidelidades, engaños, peleas entre Leandro y el hermano de Clara, Julián Álvarez, en los pasillos de Ezeiza. ¿Afectara esto a Leandro de cara a las fechas de eliminatorias? ¿Afectara para la selección argentina el enfrentamiento entre dos de los posibles convocados al mundial de Qatar? ¿Clara Álvarez será la culpable de que alguno de los dos quede afuera de la nomina de convocados? Ya lo sabremos.
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Claroscuro - Enzo Fernández
General Fiction《 - ¿Qué estamos haciendo? - ella gime contra su oído, estremeciendo la totalidad de su cuerpo. Las manos de él recorren su espalda lentamente mientras sus ojos negros la buscan. Sus miradas chocan. El silencio es intenso, duro. Las respiraciones ac...