Parte 43

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Cuando la joven salió del laboratorio, Elsa, Freydis y Anton la miraron con curiosidad. Aunque no había tardado nada, todos tenía curiosidad por saber lo que había hablado con Anna ahí dentro, sobre todo Anton. Catherine miró a Elsa con seriedad. Por primera vez en su vida de verdad no tenía idea de qué hacer. No sabía si decirle lo de Anna, a ella y a Freydis. No sabía si ocultarlo era lo mejor, si era necesario que ellas también lo supieran; Freydis no tenía nada que ver con Anna, pero... Elsa.

La azabache había traído de vuelta a Anna, no sólo porque había sido su objetivo principal desde hace años, si no, porque ya había decidido irse desde hace tiempo y no quería dejar a la platinada sola para el resto de la eternidad ¿Qué pasaría si lo supiera? ¿Esa eternidad se volvería más difícil para ella? ¿La joven se sentiría peor si Elsa terminaba rechazando a Anna por eso, o si la perdonaba de inmediato?

Esas dudas le molestaban, de verdad le molestaban, jamás se había confundido así al momento de tomar una decisión, si pensaba hacer algo simplemente lo hacía, no se preocupaba por lo que pudiera pasar después, de hecho, el saber lo que pasaría después era su motivación principal para hacer las cosas lo antes posible. Sin embargo, ahora no podía actuar, no sabía qué hacer, no quería lastimar a Elsa. No tuvo tiempo para Pensar, ya que la quieto espíritu se le acercó de inmediato.

– Saliste muy pronto ¿Qué pasó? ¿Por qué Anna no ha salido? –Catherine permaneció callada un momento y después habló.

– Cuando salí me pareció que lloraba. Aunque me encargué de que mis androides fueran lo más parecidos posible a los humanos, no estaba segura si conseguiría hacerlos llorar.

– Espera ¿Dices que está llorando? ¿Por qué? –Volvió a guardar silencio un momento.

– Yo... le dije que me iría Anton y Freydis ya lo saben. Estoy preparando una nave para irme, Elsa, me iré al espacio a un nuevo planeta.

– ¿Una qué? ¿De qué estás hablando?

– Ya aprendí, ya investigué todo lo que se podía de este mundo, ahora iré a otro mundo a continuar con la investigación ¿Qué podría ser mejor para un científico que explorar nuevos mundos? Explorar el universo. Eso es lo que quiero Elsa, de verdad me gustaría mucho. Ya está en proceso. Pronto me iré, sólo hace falta que mi nave esté bien equipada con todo lo que necesitaré o podría necesitar.

– ¿Y cuándo volverás?

– No lo sé. Debes entender que el viaje no será rápido, tomará años, siglos, milenios incluso. Quizá tú sigas aquí cuando vuelva, pero el resto del mundo que conocemos, no. No sé qué encontraré aquí si regreso y esa incertidumbre me parece maravillosa. El día que lo averigüe en verdad sería increíble.

– No puedes están hablando en serio. Hacer algo así es imposible.

– Sabes que no hay imposibles para mí. Anton y Freydis ya saben que me iré, Anna también y ahora te lo dije a ti. Igualmente pienso decírselo a Guri.

– No, Catherine, no puedes irte, no... no te vayas, este es tu hogar, no nos puedes abandonar sólo así. No puedes....

– Elsa, ya tomé la decisión. –En ese momento, Anna salió del laboratorio. No parecía que hubiera estado llorando, pero Catherine sabía que era porque los ojos del androide no eran orgánicos. No podían volverse rojos tras llorar, su piel artificial tampoco.

– No insistas, Elsa, sabes que cuando esta pequeña toma una decisión, no existe poder en la tierra que la haga cambiar.

– Tú puedes intentarlo Anna, ella siempre te escuchó en el pasado.

¿Cómo hacerle entender?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora