Parte 18

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Los días continuaron con normalidad, a excepción de que el reno ahora vivía dentro del laboratorio, Catherine se encargaba de darle de comer, los robots le preparaban la comida y Elsa se aseguraba de que no defecara dentro del refugio de hielo; además de que la muchacha ya no se desvelaba pese a que continuaba alimentándose únicamente de sus píldoras, pero cada noche dormía a lado de Reinsdyr. La joven científica ponía una especial atención mientras construía su cuarto escáner, claramente quería asegurarse de que este fuera el definitivo. Ante eso, la platinada sólo podía preguntarse ¿Cuál sería el siguiente paso en su investigación después de que escaneara a todos los espíritus elementales, incluyéndola a ella? Pues seguramente no dejaría las cosas hasta ahí.

– Catherine... no es que me esté quejando o criticando tu forma de hacer las cosas, pero el tercer modelo lo terminaste en tan sólo unas horas, pero llevas cuatro días en este otro ¿Por qué?

– Le estoy haciendo algunas mejoras más complicadas, si no lo hago con el debido cuidado podría pasar algo.

– ¿Cómo qué?

– Para empezar, podría fallar otra vez cuando lo pruebe. También podría explotar mientras aún sigo construyéndolo; no sería raro que eso pasara, ocurrió con otros proyectos. Ya te lo había dicho.

– Je, je, cierto ¿Cuánto te falta para terminarlo?

– Hoy en la noche o mañana temprano, tal vez. –Catherine no despegaba la vista de su trabajo, como era normal; a Elsa hace mucho había dejado de importarle. Permaneció en silencio unos momentos mientras ella trabajaba, pero después volvió a hablar.

– Se acerca tu próximo día de descanso.

– Lo sé.

– ¿Qué quieres hacer ese día? –Al oír la pregunta Catherine dejó de lado lo que hacía e inmediatamente miró a Elsa confundida.

– Creí que querrías que volviera al campamento de los Northuldra.

– Sí, podría ser eso.

– ¿O?

– O... tal vez... podríamos ir a ver a tus padres. –Una parte de Elsa creía que seguía siendo muy pronto, pero la otra decía que ya había pasado demasiado tiempo desde que Catherine supo que sus padres seguían ahí y aun así no había querido ir a hablarles.

– Mmm, creo que prefiero ir con los Northuldra. –Dicho eso volvió a trabajar.

– ¿Por qué? ¿Tanto te divertiste en tu última estancia? ¿O es que sólo quieres volver a ver a Guri? –Indagó, tenía la esperanza de que esa decisión fuera porque quisiera ver a la niña, después de todo le habían dicho que se llevaban bien.

– No exactamente.

– ¿Entonces? –Catherine suspiro como si la pregunta le disgustara totalmente o si la respuesta fuera lo más obvia del mundo.

– Ellos no son necesarios. Ya te lo había dicho muchas veces. Ellos no saben absolutamente nada de magia, no es necesario que los vea. Por otro lado, estar con los Northuldra sí podría ayudarme. En mi última visita no obtuve nada más que un animal hambriento, pero quizá mientras tiempo pase con ellos, poco a poco lograré averiguar algo. –Esa respuesta hizo que sus esperanzas volvieran a decaer ¿En serio seguía sin entender por qué quería que fuera con ellos? ¿Pasar un día con la familia de Guri no le había enseñado nada?

– Se supone que no continuas con tu investigación cuando es tu día de descanso.

– No continué con la construcción de mi escáner, pero nada me impedía observarlos y tratar de aprender mediante la vista su conexión con la magia, y francamente me cuesta entender por qué se decía que ellos eran mágicos, no hicieron nada de eso mientras yo estuve ahí. Tal vez lo ocultan intencionalmente en mi presencia, pero seguiré poniéndoles atención.

¿Cómo hacerle entender?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora