CAPÍTULO 19

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Me sentía insuficiente.

La manera en la que me contestó fue como si me cayera un jarrón de agua helada de la nada. Como si, algo dentro de mí, hubiera estado idealizando cada pincelada que pintó en mi corazón aquella tarde. Como, nuevamente, un golpe de realidad.

Porque Logan seguía siendo el mismo chico solitario y encerrado del primer día. Porque siempre lo sería.

Ninguno de nosotros dice nada para romper la tensión mientras vamos andando hasta la residencia.

- Fue una tía de mi pasado, Kylie - confiesa rompiendo el silencio mientras se para en medio de la calle, como si se lo hubiera estado aguantando. Me quedé quieta.

- No te he pedido explicaciones, simplemente te pregunté por la cara que pusiste.

- Esa mujer y yo nunca hemos sido nada, no quiero que me mal entiendas... - dice más calmado intentando arreglar algo.

- No me importa, Logan - le corto algo brusca.

- ¿Sino te importa por qué te pones así? - me pregunta también algo molesto.

- ¿Yo? - pregunto incrédula casi riéndome - ¿A qué te refieres? - pregunto, a lo que él enarca una ceja dándole un toque sexy por su repentino enfado.

¡Por favor, tengo que estar enfadada con él! ¿Tan difícil es pedir unos segundos?

- ¿Por qué, simplemente, dejas de ignorar que te están matando los celos por dentro? - pregunta yendo al grano.

En ese momento empiezo a reírme como una estúpida.

- Deja de ser tan creído, Gargamel.

- ¿Creído yo? - pregunta mientras me agarra algo fuerte de la cintura.

Ya ni me acuerdo del por qué estoy enfadada.

Ambos seguimos mirándonos con intensidad y con rabia a la vez mientras, cada vez, nuestros cuerpos se van pegando más como si fueran imanes.

Ni siquiera recuerdo cuando empezó a besarme.

Y tampoco recuerdo cuando le correspondí.

Subimos las escaleras de la residencia con dificultad mientras seguíamos a lo nuestro. 

Dios, es increíble lo que puede causar un enfado en este hombre.

Tengo que hacerle enfadar más.

- ¡Vaya, que contentos os veo! - dice una voz sarcásticamente y nosotros nos separamos rápidamente.

- ¿No estabas con Adler? - pregunta un jadeante Gargamel de malhumor por la nueva interrupción.

Yo solo intento controlar mi respiración y mi pobre corazón que parece que le va a dar algo malo.

- ¿Os suena de algo el partido de hoy? - pregunta Rachel con ironía mientras nos mira alternativamente uno a otro con una sonrisa divertida.

- Ah, joder, el partido.





..........





Bendito fútbol.

Bendito partido.

Benditos abdominales.

Bendito Gargamel.

Bendito sea Dios ahora y siempre, amén.

- ¡ME HAS PUESTO LA ZANCADILLA! - grita un Steve moribundo a Adler porque estamos perdiendo el partido.

Solo aquellas noches (Bilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora