CAPÍTULO 28

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- ¡Devuélveme el color rojo!

- ¡Devuélveme tú mi móvil!

-  ¡No, ya te he dicho que eres muy joven para tener novio!

- ¡TENGO VEINTI...!

- ¡CÓMO VUELVAS A DECIRME DE NUEVO TU EDAD, CÓMO SI NO LA SUPIERA, TE TIRO EL CABALLETE POR LA CABEZA!

Sí, definitivamente, estoy en casa de nuevo.

Az mira a Charlie y a la abuela Amelia con curiosidad mientras me sigue a la cocina.

- Vaya, alguien trae cara de culo desde que llegó ¿Qué ha pasado? - me pregunta mi madre al llegar a su lado y sentarme en la mesa.

- La vida es una mierda cuando se lo propone - contesto, ella suelta una carcajada.

- No me digas que tienes mal de amores - se burla mientras le echa de comer a Az algo de las sobras del almuerzo.

- ¡Mamá, esto es serio!

- ¡Vale, vale, perdona! Cuéntame qué es lo que te preocupa.

- No sé si eres la más indicada para hablar de este tipo de cosas, no te ofendas.

- ¡Oye, que soy tu madre! - se queja mientras se sienta a mi lado.

No sabía por dónde empezar. No podía decir que Logan y yo fuimos solo amigos, porque estaría mintiendo. No podía decir fuimos novios, porque también estaría mintiendo.

Entonces, ¿qué fuimos?

- ¿Vas a hablar de una vez o llamo a la abuela? - niego con la cabeza repetidas veces.

- Es algo que ha ocurrido entre Logan y yo. Algo que no sabría cómo explicar, porque simplemente no tiene explicación. Pero sí hay pinceladas, hay recuerdos de dos personas que se quisieron como pudieron, que lo hicieron mal sin saber... No es una historia como las comunes. No es una historia en la que los baches se eviten como si ninguno hubiera tenido miedo por lo que hubiera podido pasar, es una historia diferente. Llena de todo tipo de color. Una digna de contar.

Hago una pausa tragando saliva, mi madre me mira con algo que no sabría explicar.

- ¿Es que Logan no te hace feliz?

Me quedó pensando en su pregunta, buscando la respuesta:

-Me ha hecho la persona más feliz del mundo, mamá - es imposible ocultar mi nudo en la garganta - Pero ese es el problema, tengo que aprender a ser feliz por mí y por nadie más. Necesito encontrar la luz que perdí. La necesito con todas mis fuerzas, las que ya no me quedan para seguir amándolo antes de que me haga más daño. Porque lo amo, mamá, pero tengo que encontrarme antes de buscar lo que él tampoco encuentra.

Hasta que ya no pude más.

- Lo intenté, mamá. Intenté con todas mis fuerzas que fuera capaz de sonreír, que fuera feliz. De verdad que lo intenté... pero sus problemas y el cómo los afronta siempre nos termina separando.

- Kylie, cariño, ven aquí - mi madre me abraza con fuerza, yo se lo correspondo como el aire para respirar. Siento como mis ojos empiezan a arder en cuestión de segundos.

- ¿Y si me equivoco al dejarlo marchar?

- Está bien que lo hayas querido ayudar desde el principio, pero a veces eso...

- No es suficiente - termino por ella.

- Aún os queda mucho por aprender a ambos. Él tiene que aprender a no dejar ir a las personas que lo quieren de verdad por mirar su propio ombligo. Por el contrario, tú tienes que aprender a dejarlo ir a él.

Solo aquellas noches (Bilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora