CAPÍTULO 21

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Cuando queremos que pase algo, eso que deseamos con todas nuestras fuerzas y que sabes que puede tardar o nunca ocurrir, de un día para otro te das cuenta de que solo fue eso. La esperanza. La emoción que nos mantenía despiertos cada noche hasta que llega. Hasta que ocurre eso que tanto esperabas pero que, al final, no sientes lo que creías.

Sientes vacío porque, aquella ilusión, ya no está. Porque ya ha ocurrido y puede que no fuera lo que esperabas.

Eso fue justo lo que sentí cuando sabía que Logan, por mucho que me demostrara que me quería a su manera como siempre quise, su querer no era como tanto soñaba.

Porque sabía que me estaba mintiendo incluso antes de que Rachel me lo confirmara por teléfono.

Y porque, también sabía, que no sería ni la primera ni la última vez que me mentiría.

- Oye, quizás haya sido todo un simple malentendido. ¿Para qué querría mentirte Logan?

- Tú misma me lo acabas de asegurar. Adler te contó que estaba con Logan cuando supuestamente él me dijo que estaba durmiendo.

Y me sentía cansada. Cansada de verdad.

En ese momento me sobresalto al escuchar como alguien llama a la puerta.

-¿Eres tú la que está llamando afuera?

-No, ¿por qué?

Supe perfectamente de quién se trataba.

-Te dejo, luego nos vemos - me despido de Rachel y voy rápidamente hacia la puerta mientras la abro con cara de culo.

Sí, ahí está él.

Tiene la cara arañada y el ojo algo entrecerrado por algunos rasguños mientras sostiene una caja con una sonrisa.

- ¿Qué es? - pregunto indiferente.

- Sorpresa - dice bajo aún con una sonrisa y, dicho esto, entra a la habitación. Me quedo en la puerta unos segundos más mientras proceso la información.

¿Qué se supone que ha traído en esa caja?

Me dirijo aún con cara de culo hasta su dirección hasta que...

- ¡QUÉ COSA MÁS BONITA! - grito emocionada acercándome a aquella bolita de pelo anaranjada que me mira con curiosidad desde el pequeño agujero de la caja.

Logan me mira con la culpa aún escrita en rostro pero no le digo nada. Si acaso cree que por traerme un gato y hacerse el chico bueno conmigo por un rato voy a perdonarle está muy equivocado.

- Voy a traerle algo de atún y leche, se ve que no ha comido nada - dice algo más serio mientras se dirige a la cocina. Le sigo con la mirada mientras se marcha y el gatito hace lo mismo que yo.

- Tu padre es un cabrón - la bola peluda me mira y casi parece que con la cabeza asiente ante mi comentario.

Tú y yo vamos a llevarnos muy bien, pequeño.

Cuando vuelve y se sienta en el suelo junto a mí pone todas las cosas en dos comederos. ¿Cuándo se supone que compró hasta los comederos?

- ¿Dónde lo encontraste? - rompo el silencio, ambos apartamos la vista del gato para mirarnos.

- Estaba escondido por los alrededores de un contenedor de basura. No me preguntes cómo hice para cogerlo - dice con una sonrisa sarcástica mientras voy observando todos y cada uno de sus rasguños en la cara.

- Será mejor que te cure. Iré a por las cosas.

Me levanto del suelo dirigiéndome al baño para coger alguna que otra gasa. También cojo el pequeño bote de agua oxigenada y me dirijo hacia el salón nuevamente donde se encuentran ambos invitados.

Solo aquellas noches (Bilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora