Capítulo 19 Maestros II

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Las clases del día me han dejado exhausto aunque también demasiado caliente, en la mayoría de ellas sino es que en todas como mínimo un par de jóvenes tienen intercambios sexuales, si no son auto complacencias, se hacen mamadas e incluso casi al borde de follar en clases. Es muy difícil contenerse ahí.

Todas esas cosas las he visto desde que ingresé como maestro al internado pero al tener yo mismo un problema con mi líbido no puedo juzgar y menos cuando disfruto de mirar aunque me trató de concentrar en dar las clases de manera profesional.

Cuando el hambre por follar me rebasa simplemente cancelo la clase y más de un chico está dispuesto a ayudarme cosa que agradezco en sobremanera y se ven recompensados pasándolo bien conmigo, que puedo decir, soy un buen amante, aunque me guste desahogarme siempre procuro el placer de mi acompañante.

Mi físico también es de mucha ayuda por lo que ni siquiera tengo que esforzarme pero también es un problema luego tener las quejas de chicos peleándose por mi atención siendo Daniel el peor y el mejor de todos ellos debido a su gran belleza, poseé un ego bastante enorme y su actitud casi siempre es altiva, berrinchuda, caprichosa y todos los sinónimos habidos y por haber, claro que lo compensa siendo un conejito caliente en el sexo con actitud descarada pero también sumisa pidiendo castigos y premios por igual siendo posesivo me ha dado dolores de cabeza desde que ingreso por sus celos pero también horas llenas de éxtasis.

Pero las cosas no acaban con los estudiantes y mis gustos también se expanden más allá de una imagen suave y sumisa, tenía debilidad por los hombres igual o más varoniles que yo, un ejemplo era el maestro Alex, un hombre de complexión robusta pero sin verse tosco, con ligera barba y de estatura similar a la mía, con él ya había tenido un par de encuentros pero siempre se veían interrumpidos o con el tiempo encima y las cosas terminaban siempre muy pronto. Algún día me daría el gusto de comerlo por horas, mientras tanto tendría que sucumbir de nuevo al tentador culito respingón de Daniel, me dirigí a mi habitación asignada y me deshice de mi ropa quedando solo con el boxer, no tardó mucho para que escuchara el leve golpe de la puerta y abrí dejando pasar al pequeño travieso, solo que al girarme cerrando la puerta ésta se detuvo antes de cerrar por completo, Alex estaba ahí en ese delicioso traje que le quedaba como si de una segunda piel se tratase, pasó sin ser invitado y arqueé una ceja hacia él.

-Como verás me encuentro algo ocupado ahora.- Señale al chico en mi cama, no había perdido tiempo y con una sonrisa que presagiaba peligro estaba desnudandose sin importarle la presencia de Alex.

-Lo sé, de hecho, ese pequeño diablillo fué el que me invitó.- Me respondió tranquilamente cerrando con seguro la puerta.

-Está bien, entonces, es momento de hacer travesuras.- Lo atraigo a un beso y empiezo a deshacerme de su ropa. -¿Qué esperas Dani? Atiende a tu invitado.- apenas lo digo él ya se encuentra ayudándome y en poco tiempo los tres estamos completamente desnudos y empalmados.

-Quiero que me follen.- Dice exigente Dani.

-No tan pronto.- Le respondo besándolo ahora a él. Con una pequeña nalgada le ordenó.- Ponte en cuatro sobre la cama, déjame prepararte, mientras tienes permiso de chupar la polla de Alex.- Me obedece de forma sumisa y deja expuesto su lindo culo.

Alex se pone frente a él y le ofrece su polla la cuál no tarda en ser tomada. Dani es muy bueno con las mamadas por lo que sé que Alex disfrutará tanto como yo en éste encuentro, notó como toma la garganta del chico guiando para que lo tomé más profundo, pronto en un vaivén de caderas se encuentra follando la deliciosa boca de Dani sin despegar la mirada de mi.

Empiezo a preparar al pequeño, me posiciono detrás de el y cubro sus nalgas cos mis grandes manos abriéndome paso para lamer su agujero, lametazos lentos pero que buscan profundidad como sé que le gustan, intercaló pequeños chupones en sus nalgas antes de volver a lamer haciendo círculos antes de presionar mi lengua dentro, aparto una de mis manos y la llevo a la erección de Dani acariciando al ritmo de mis lamidas, se mantiene en el borde del orgasmo balanceando su trasero acercandolo a mi boca y al mismo tiempo chupando sin parar la polla de Alex, es una imagen espectacular.

Internado para ninfomanos (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora