Capítulo 37

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POV Tyler

Mi cabeza iba a explotar.

Los exámenes finales antes de las vacaciones de invierno eran una pesadilla hecha realidad, no ayudaba en nada que continuamente me distrajera en clases por la belleza de mis chicos pero, ¿quién podría culparme por eso?.

En estos momentos lo que más queria tener era la brillante mente de Lucas, mi sexy novio había terminado ya el examen hacía varios minutos como si fuera la cosa más fácil de hacer.

Lo había visto colocar el exámen en la mesa del profesor y marcharse con un guiño dirigido hacia mí.

Tal vez me pude haber sonrojado, tal vez estuve distraído otro par de minutos y sólo tal vez me quedé fantaseando con escenarios ficticios de lo que podríamos hacer en la tarde luego de que todos nuestros pendientes hubiesen acabado libres de exámenes y con interminables horas de mimos y placeres.

Sin embargo, el reloj en la pared anunciaba que pronto se terminaría el tiempo y tendría que entregar la hoja resuelta, tenía que hacerlo bien para al fin graduarme con al menos un promedio decente, era una promesa hecha en grupo con los chicos y me hacía ilusión cumplirla.

Sentía incluso mi cerebro soltando humo de tanto pensar.

Tallé mis ojos con las palmas de mis manos y tomé una respiración profunda decidido a concentrarme.

Finalmente luego de varias respuestas marcadas en la hoja pude dar por terminada la sesión y la coloqué en el escritorio del profesor y salí a la "libertad".

Era extraño pensar de esa manera tomando en cuenta que habían ya pasado varios meses de que no salía al exterior, al mundo real, habían ocasiones en las que me ponía a pensar en la relación que tendría con mis chicos allá afuera.

Muy en el fondo me preocupaba que mi plan de no volver con mi padre fracasara, también tenía algo de temor a que Adam ocultara lo nuestro ya que él nunca había salido con algún chico en anterioridad.

Aún con todo eso, esperaba realmente tener lindas citas con ellos, tomarnos de la mano e incluso sólo pasear.

Nunca antes habia tenido una relación formal y me agradaba que ésta fuera la primera y ¿porqué no? Me gustaría que perdurará por mucho tiempo al grado de ser la única.

Ellos eran perfectos para mí y cada uno me complementaba de manera sin igual.

Un brazo se colocó sobre mis hombros y sonreí hacia la persona a quien pertenecía.

-Hola pequeño, ¿que tal estuvo el examen?

-Fatal, no sé cómo Lucas es tan bueno en ésto pero al menos hice lo mejor que pude.

Roberto asintió apretándome más hacia su costado y dejó un beso sobre mi cabellera.

-Estoy seguro de que lo lograrás.

-Espero que sí- suspiré rodeando su torso con mi brazo.

En pocos minutos estuvimos en el comedor, el invierno se había hecho presente y muchos compañeros portaban bufandas y guantes.

Roberto se sentó en una de las bancas y no dudé ni un segundo en posicionarme entre sus piernas con mi espalda pegada a su firme pecho.

Me rodeó con sus brazos y jugueteó con mi cabello un par de minutos, recostando su barbilla en mi sien, los bellos de su barba recortada haciéndome cosquillas, se la había dejado crecer hacia apenas un par de semanas atrás y debía admitir que le daba un aire más maduro, más sexy, de solo recordar los beneficios que su barba tenía en la cama hacían que tuviera que acomodar mi pantalón por la parte de enfrente.

Internado para ninfomanos (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora