Capítulo 47

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POV Adam

Mi cuello crujió. En algún punto de la noche el sueño había caído sobre mí sin avisar. La postura no fué para nada cómoda, me dolían los músculos.

Algo vibró en mi bolsillo.

Mi celular, eso es lo que me había despertado. Las primeras señales del día se asomaban por los cristales del hospital y mi espalda se puso rígida. Recordé la noche de mierda que pasamos y contesté la llamada.

Era Andreas.

-Adam, ya quedó resuelto el asunto que me pediste. Sin embargo, hay algo que tengo que decirte sobre el chico. Entré en la base de datos personales, él fué ingresado a un internado...

-Lo sé- interrumpí su voz acelerada, seguramente no durmió más que un par de horas y luego negué con la cabeza para mí mismo, sabía que Andreas siempre hacía más de lo que se pedía y no pude preveer que iba a inmiscuirse-. Yo igual estoy internado en ese lugar.

-Entonces las cosas son peor de lo que me imagino- murmuró para si mismo y continuó con su voz volviéndose severa-. ¿Sabes lo que ocurre en ese lugar? Lo venden como un colegio decente pero las cosas que pasan ahí dentro son realmente desagradables, tienes que salir cuánto antes, Adam.

-No te metas en eso, porfavor. Sé que se ve mal pero tambié sé lo que ocurre, luego de que no permitan a chicas y junten a tantos enfermos sexuales es evidente que algo así tendría que pasar.

-¿Así que lo sabes? ¿Cómo mierda puedes estar deacuerdo y permitir que los graben de esa manera?- cuestionó con un asco filtrándose en su voz y mi corazón dió un tropiezo dentro de mi pecho.

-¿Grabar? No entiendo ¿A qué te refieres? Contesta.

-Por curiosidad entre a la interfaz del internado y las cosas que ví-, se interrumpió tragando aire- son realmente fuertes. Cientos, si no es que miles, de videos de los salones, pasillos, habitaciones e incluso en las duchas. En todas ellas, Adam, hay actividad sexual pero eso no es todo. Ojalá lo fuera, pude rastrear el historial de la persona que maneja el lugar y recibe una cantidad asquerosamente grande de transferencias por cada uno de ellos.

El estómago se me revolvió y por mi mente pasaron imágenes tras imágenes de la cantidad de veces que tuve relaciones con mis chicos en la habitación y en el baño. Nos privaron de privacidad e incluso nos dieron una sensación de falsa comodidad dentro de aquellas paredes sin nosotros saber que estaban vendiendo nuestra imagen. Me sentía enfermo de una manera distinta a la que cuando fuí ingresado.

-¿Podemos hacer algo para detenerlo?

-Me ofende que lo preguntes, ya estoy trabajando en ello. Cuida a tus chicos, yo me encargo de ésto.

-Bien, enserio te lo agradezco Andreas. Llámame cuando tengas nuevas noticias.

-Claro.

La llamada terminó y apreté el celular entre mis dedos. Las ganas de aventarlo a lo largo del pasillo eran inmensas pero eso provocaría que Lucas se despertara asustado.

Me perdí entre mis pensamientos cuando un hombre de traje se acercó y se presentó como uno de los abogados de mi padre.

-Al menos tiene palabra- murmuré más para mí que para él y solo se encogió de hombros.

-El joven será liberado en menos de una hora- informó y me tendió una carpeta-. La fianza ya fué pagada pero será necesaria la declaración de los dos testigos. Cabe recalcar que él ya podría estar fuera de no haber entrado en conflicto con otro de los detenidos.

Eso último me hizo fruncir el ceño.

-¿Él está bien?

-Tiene algunas heridas, sin embargo, son superficiales y no supondrán ningún impedimento.

Internado para ninfomanos (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora