Capítulo 32

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POV Tyler

La cucharada de mi postre quedó a medio camino hacia mi boca al ver a Roberto llegar al fin a comer con nosotros.

Se veía algo enojado y con su cuerpo tenso se sentó a mi lado sin decir una palabra, el apetito se me estaba llendo.

Los tres lo quedamos mirando fijo sin decir una palabra hasta que al fin hablo.

-Bien, tenemos que hablar.

Todos nos tensamos a la vez pues aunque ninguno lo dijera en voz alta todos teníamos temor a que nuestra reciente relación no fuera a funcionar.

Esperando lo peor cerré los ojos con fuerza y apreté la cuchara entre mis dedos.

-Sueltalo.- Le dije esperando la que yo creía era una ruptura evidente.

-Hace unos días, antes de acordar el encuentro del sábado yo al igual que varios en la mesa me había acostado con otras personas.- Se aclaró la garganta y continuó.- Una de esas personas es uno de los maestros y quiero dejarlo claro porque no quiero ningún malentendido.

Un suspiro de alivio salió sin poder evitar de mis labios y me atreví a abrir los ojos envolviendo si cintura con mis brazos.

-¿Cuál es el problema entonces cariño?.- Cuestionó Lucas antes de engullir su sandwich.

-Que justo antes de venir me abordó con intensiones de que pasara algo a pesar de que ya le había dicho en la mañana cuando de hecho intentó hacer lo mismo de que yo ya estaba en una relación.- Beso mi frente devolviéndome el abrazo.- Me fastidia la gente que no sabe aceptar un no por respuesta.

Adam soltó una risita que hizo a Roberto mirarlo confundido.

-Eso te pasa por guapo.- Adam le revolvió el cabello al pelinegro y este sonrió divertido.

-Es cierto.- Dije con un puchero en mis labios.- Deberíamos ponerte una bolsa de papel en la cabeza.

Miré con maldad a los otros dos y estos sonrieron divertidos.

-No es mala idea.- Respondieron a la vez haciendo que todos soltaramos carcajadas.

El día siguió sin ningún incidente y terminando las clases todos fuimos a la habitación de Adam, al ser la más grande nos daba más comodidad para hacer las tareas.

-Recuerdenme de nuevo ¿porqué tenemos que hacer las tareas?.- Suspiró fastidiado Lucas desde el piso donde estaba tirado con libretas a su alrededor y muchos lápices de colores.

-Para no repetir año.- Respondió Roberto por quinta vez a la pregunta de Lucas quien desde que llegamos quería hacer otras cosas menos la tarea.

Yo también quería, pero era cierto que debíamos aplicarnos para acabar éste año sin ningún incidente pues teníamos planeado graduarnos todos y ver de qué manera seguir juntos en el exterior.

Yo no podía regresar con mi padre y se lo había dejado claro a los chicos quienes habían estado de acuerdo, los tres ofreciendo su casa pero yo no podía hacer eso, no quería que sintieran que me estaba aprovechando, aparte pronto cumpliría la mayoría de edad y podría buscar un empleo, es por eso que estaba esforzándome en las clases a pesar de que todo mi cuerpo quería la cercanía de los chicos, me tenía que resistir.

-¿Qué pasa cariño? ¿Es demasiado para ti?.- Preguntó Adam con tono conciliador.

Lucas pataleó un poco rodando en el suelo pero después de un momento empezó a hacer la tarea de una vez por todas como desquiciado.

Le dí una mirada interrogante a los otros dos chicos pero ellos solo se encogieron de hombros siguiendo cada uno con sus deberes.

Después de media hora mi mano ya dolía de tanto escribir, los maestros tenían algún tipo de adicción a dejar grandes resúmenes y di un pequeño brinco en mi lugar en el sofá cuando Lucas se levantó de golpe con su puño cerrado en señal de triunfo.

Internado para ninfomanos (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora