Capitulo 44

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POV Lucas

Reí entre dientes por la expresión de Adam al verme y parte de los nervios que tenía se esfumaron en el aire.

Por unos breves minutos consideré que el ponerme el corsé sería demasiado atrevido aunque la elegancia con la que se ajustaba a mi torso sobre la tela de mi camisa de botones negra no dejó que me arrepintiera.

Había hecho una buena elección.

-Te ves increíble Lucas, pasen porfavor.

-Muchas gracias señora Harrison, con permiso.

Pasadas las presentaciones, entramos a la extensa sala de estar y luego tomamos lugar en la mesa para cenar.

Cada que Adam y yo conectamos mirada la atracción amenazaba con consumirme al grado de lanzarme a él a través de la mesa. No era de gran ayuda que en la distribución de los asientos se sentara justo al frente.

La camisa de vestir se ajustaba a su torso de manera casi indecente, sus brazos incluso mantenían en tensión la tela.

Quería liberar aquella piel.

Mi alma aclamaba que no me negara a mis más profundos deseos pero sabía que la cena era de suma importancia para que nuestras madres pudieran congeniar e iniciar tal vez incluso una linda amistad.

Cualquier cosa que ayudará a facilitar el momento previo a graduarnos.

-La comida está deliciosa -alabó mi madre con el primer bocado y asentí deacuerdo. La carne estaba tan exquisita, casi tanto como Adam.

Aún con eso en mente no pude evitar safar uno de mis zapatos para deslizarlo instantes después a la pierna de Adam enfundado en una simple calceta.

Adam no dió señales a simple vista de que hubiera sentido el toque pero yo lo conocía mejor. Su respiración no perdió el ritmo, sin embargo, se hizo pesada. En su garganta, fué evidente el aceleramiento de su pulso.

-Y entonces Adam, ¿Cuáles son tus intenciones con mi hijo? - soltó mi madre sin más.

Él se atragantó un poco y se aclaro la garganta con un leve sonrojo en sus mejillas, mi pie acariciaba con lentitud su rodilla.

-Eh... mis intenciones, sí, quiero lo mejor para Lucas -empezó y sonreí con un poco de burla pero retiré mi pie. Quería escuchar lo que tenía para decir-. Es una persona que me ha dado la oportunidad de conocerlo y cada una de sus cualidades me encanta por lo que sería para mí un placer hacerlo feliz en lo que pueda. Mis intenciones son serias con él -mis latidos se ralentizaron con cada una de sus palabras dichas con determinación.

-Me alegra escuchar eso Adam, si algo odiaría es que alguien jugara con los sentimientos de mi hijo.

-Lo sé -continuó- es por eso que debo decirle que a pesar de que nuestra relación incluye a otras dos personas, no quita que los ame con locura. Planeo un futuro con ellos y nada me haría más feliz que tener su bendición.

La sonrisa de mi madre se hizo presente y tanto ella como yo seguimos comiendo con tranquilidad, poco después Adam y si madre, quien había presenciado todo en silencio pero atenta, siguieron nuestro ejemplo.

Al terminar nos trasladamos a la sala, la charla era bastante tranquila y Adam acariciaba mi brazo de forma distraída mientras platicábamos.

Su célular sonó.

-Discúlpenme un momento.

Adam se retiró solo un poco al pasillo y podía verlo desde la distancia que no era más de tres metros. Su rostro tomó un aspecto verdoso antes de pasar a un horrible pálido que me revolvió el estómago. Un mal presentimiento se instaló en mi pecho y solo incrementó cuando volteó hacia mi.

Internado para ninfomanos (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora