Capítulo 28

1.1K 49 0
                                    

POV Lucas

Mi estómago rugió con hambre y me obligó a levantarme en plena madrugada según el reloj que tenía Adam en una mesita de noche.

A mí alrededor se encontraban los chicos aún dormidos y me levanté con cuidado de no despertarlos, me puse un boxer y saqué de frigobar un bote de helado, tomé una de las cucharas que habíamos usado en el almuerzo y me dispuse a disfrutarlo sentandome en el sofá que estaba frente a la cama.

Ninguno había cenado pues caímos rendidos después de todo el desgaste de energía que tuvimos durante el día. Yo tenía un gran apetito y gracias a ello pude observar la maravillosa imagen que tenía frente a mi.

Lamiendo el helado de la cuchara observé el rostro de cada uno de ellos a detalle, cada uno era hermoso a su manera, las facciones duras de Adam hacían que su rostro se viera sumamente masculino, mientras que Tyler era todo lo contrario, suave por todos lados, incluso podría ser confundido con una chica, Roberto era el balance entre los dos, sus facciones a pesar de ser varoniles eran delicadas sin verse femenino.

Eran perfectos.

Y cada uno de ellos despertaba en mi sentimientos más allá de sólo el deseo, quería rendirme ante Adam, algo en él me volvía sumiso por completo y la necesidad de complacerlo me abarcaba, quería jugar con Roberto, me hacía ser más travieso de lo normal sacando esa contagiosa carcajada que tenía y jodida mierda, aunque me gustaba ser cuidado quería demasiado cuidar a Tyler, mis instintos protectores activándose de inmediato con él.

Me hacían sentir completo, claro que el sexo era el mejor que había tenido en toda mi vida pero no sólo era eso, era tenerlo con ellos.

Roberto murmuró algo inteligible en sueño y estiró la mano hacia Adam quien solo afianzó el agarre en su cintura.

Una sonrisa se extendió por mi cara, eran adorables y el puchero que hizo Tyler al buscar al otro lado de la cama buscándome a mí se me hizo sumamente tierno.

El rubio frunció el seño sin tener éxito y con lentos parpadeos que hacían revolotear sus pestañas terminó por despertarse.

Se sentó con las manos tallando sus ojos tratando de alejar el sueño y ví como paseó la mirada adormilada por la habitación hasta dar conmigo.

-¿Qué haces ahí?- Murmuró con la voz ronca por el sueño.

Alcé el bote de helado y sonreí.

-¿Quieres hacerme compañía cielo?.

Murmuró una especie de afirmación aún con los ojos entrecerrados y caminó como zombie hasta llegar a mi lado.

-Dame. -Recostó su cabeza en mi regazo estirandose a todo lo largo del sofá con los ojos cerrados de nuevo y dejando expuesta su lengua.

Mi respiración se hizo más pesada y le dí una cucharada del frío postre. Un gemido de gusto salió de entre sus labios haciendo que un cosquilleo se acentúara en mi abdomen bajo, mi sangre viajando al sur.

Él terminó de saborearlo y abrió la boca en espera de más.

Le dí otra cucharada y antes de que pidiera más dejé un poco caer en mi pecho desnudo tragando el siseo que quería escapar de mis labios por el frío choque en mi piel caliente.

Al no tener el helado que esperaba abrió los ojos con lentitud y sonrió con travesura antes de alzar su cuerpo un poco lamiendo el helado sacando un par de jadeos de mi boca.

-Quiero más.- Chupó el lugar y dejó la punta de su lengua justo debajo de mi pezón esperando y dándome una mirada "inocente" bajo sus espesas pestañas.

Internado para ninfomanos (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora