Capitulo 29

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Eiden

Ya conocía mejor a Ash, sabía que era cariñosa, pero le costaba expresarlo. Y el comentario que acababa de tirar, era la mezcla de un te quiero y un "estas buenísimo". Solo espero que no haya sido un; "te quiero por que estás buenísimo".

Me desnudé sosteniendo su mirada y me metí al agua. Estuvo tranquila todo el rato. Nos lavamos y nos metimos a la cama sin interrupción alguna. Se veía muy perdida en sus pensamientos, no estaba atenta a nada. Y estaba seguro del por que.
- ¿Te llevas mal con el? -pregunté mientras le acariciaba la cabeza.
- ¿Que?
- Con tu padre.
- No... A veces.
      El silencio reinó durante todo el tiempo que duró la bañera. Cuando salimos y nos sentamos en la cama, quise abordar el tema de nuevo
- ¿Puedo preguntar por que?
Sonrió y me miró.
- ¿Lo harás si digo que no? ¿Seguirías con el tema hasta que hablase?
- Cariño, en el momento que decidas decírmelo tú, yo escucharé. Mientras tanto, solo te sobaré la espalda y te daré todos los abrazos que quieras.
Silencio. Solo se escuchaban nuestras respiraciones acompañándose la una a la otra. Mi mano acariciando su largo cabello y sus manos nerviosas arrugando mi camiseta. Entonces habló.
- Simplemente... no es un padre modelo.
- ¿Y que es un padre modelo para ti?
- Un padre modelo para mí sería; aquel que no se aparta de ti, que te cela, te ayuda, te acompaña. Sabe de ti, lo que te gusta, como estás, con quien. Sabe que prefieres la música hipster y no el pop ñoño. Sabe que tienes presentación de baile un sábado e irá a verte sin falta. Un padre modelo si te dice que hará una cosa, la cumple. No se va de viaje y lo dice dos meses después de desaparecer. Un padre no se olvida de ti cuatro meses y te visita dos dias.
- Joder Ash... -la abracé.
La abracé por que sentí su dolor en el tono de su voz. Sentí rabia por lo que no había echo alex por ella, y dolor a sentir que eso todavía le afectaba tanto.
- Perdón... -susurro.- No quería ponerme en este plan... Estábamos tan bien...
Me senté y la miré.
- Sabes que puedes hablar de esto conmigo Ash. Este tipo de cosas te ahogan poco a poco hasta que te dejan sin respirar. Es bueno hablarlas.
- Pero es agua pasada. -de enderezó a mi lado- Soy mayorcita para estar lamentando estas cosas.
- Nunca se es demasiado mayor para pedir amor.
De repente algo brillante bajo por su mejilla, una tras otra. Sentí la humedad en la yema de mis dedos y se deshizo en mis brazos.
- Yo... -sollozó.
- Shhh cielo.
- Solo quería que estuviese presente... -me abrazo ahogando su llanto.
Sus llantos llenaron la habitación, y nuestros brazos se entrelazaban como puzzles. Definitivamente su dolor me dolía en el fondo del corazón, me ardía el estómago y me hacía desear hacerla pequeña y meterla en mi bolsillo de la camisa.
Se enderezó sonrojada y con los labios rojos. Se veía tan adorable. La bese en ella frente y la acosté.
- Duerme amor. -le di otro beso en la cabeza.
- ¿Como lo haces...? -susurró.
- El que.
Abrió sus preciosos ojos color miel y me miró durante unos segundos, que para mi fueron hasta horas.
- Contigo siento como si pudiese hacer y ser cualquier cosa... ¿Que me has echo? -rió sin ganas.
- Duerme dulzura.
Cerró los ojos con un suspiro, y me quede observándola lo que pudieron llegar a ser minutos o horas. Sin darme cuenta, terminé igual de dormido que ella.

Ash. Un mes y medio después

- ¡Que te digo que si queda bien! -grité.
- ¡Joder Ash, que el verde no pega con el dorado! -gritó Gabriel harto de mi.
Estábamos intentando decorar mi casa para celebrar el cumpleaños de Eiden. Yo me había enterado el día anterior, por lo que a la rápida compré lo primero bonito que vi en las tiendas.
- ¡Gabriel, Eiden llega en media hora y esto no está ni por la puta mitad! -terminé de poner la pancarta de "feliz cumpleaños" y lo volví a mirar.- ¡Y a mi si me gusta el verde con el dorado!
Sinceramente me gustaba la combinación por que el color favorito de Eiden es el verde, y el mío el dorado. Muy cursi, lo sé. Pero que quieres que haga. Ese hombre me había derretido por completo.
- Ash, ya está el regalo. -dijo Ainhoa desde mi habitación.
Me paré en el recibidor a admirar como había quedado todo: globos plateados, amarillo y verdes flotaban por el techo, la pancarta de "felicidades" encima de la mesa, decorada con un mantel verde y dorado, con patatas fritas y galletas. Estaba bonito. Fui a la puerta de mi habitación, y observé los pétalos de plástico en la cama y una cajita azul en el medio, rodeada de un oso de peluche enorme. Todo era perfecto.
Salí de nuevo a la sala y me reuní con Gabriel y Aina, completamente satisfecha.
- Gracias chicos. -suspiré.
Me miraron durante un largo tiempo, estaba poniéndome incomoda.
- Que.
- Quien lo diría. -soltó Gabriel.
- Ah?
- Solo falta el anillo... -dijo entonces Aina.
Un anillo, nunca lo había pensado, pero imaginarme a Eiden pidiéndome matrimonio... Dios la idea me gustaba más de lo que podía aceptar.
- ¡¿De que hablan?! -casi chillé.
- Esto normalmente se les dice a los chicos, pero nena, te ha hechizado.
Mire a Aina amenazante y empecé a hacer cualquier cosa. Lo peor es que tenían razón. Ese hombre me había echo hacer todo por lo que mataba que jamas en la vida haría; citas románticas, bailes lentos, sexo sentimental avainillado, y ahora, una fiesta sorpresa. ¿En serio, donde quedaba la Ash que me importaba una mierda todo y solo quería sexo y alcohol? Pérdida en mis pensamientos, escuche el timbre y brinque de los nervios. No era Eiden, eran Rober, Dan e Isack. Travis tenía el cumple de su hija, por lo que no pudo ir.
- ¿Todavía no llega? -preguntó Isack, dándome dos besos.
- Está al caer, Ann me dijo que ya están de venida.
- ¡Traemos cerveza! -gritó Rober.
- Fua tío, gracias al cielo. -bramo Gabriel.- Esta solo trajo seis latas.
- Hola. -saludó Dan.
Todos estaban conversando entre sí, cuando de repente volvió a sonar el timbre. Me dolió el estómago de los nervios.
- ¿Hola? -contesté.
- ¡Cielo, somos Anna y yo!
Sonreí y les abrí. Nos escondimos todos y apagamos las luces, la puerta se abrió y aparecí yo con un pastel de chocolate con las velas encendidas.

Voz de cenizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora